Entrevista |

"Podemos entendernos con todos, pero con la derecha costaría más después de su hostigamiento"

"Ciudadanos tocó fondo, pero tengo esperanza de repunte porque ocupamos un espacio al que mucha gente no quiere renunciar"

Luis Fanjul, en la torre del Centro Niemeyer. | Mara Villamuza

Luis Fanjul, en la torre del Centro Niemeyer. | Mara Villamuza / F. L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

El economista y actualmente diputado regional Luis Fanjul Viña (Avilés, 1969) encabeza la candidatura municipal de Ciudadanos para el 28M. Representa a una opción política que obtuvo cuatro concejales en 2019, fruto de haber obtenido 5.123 votos (el 13,38% del total), el doble que Vox y a 500 sufragios del PP.

–¿Qué balance hace del mandato que expira?

–En una palabra: estancamiento. Lo que el gobierno local promete nunca llega, no dejamos de hablar de un supuesto modelo de ciudad que se queda solo en palabras. Faltan ideas disruptivas y sobra la burocratización de la política en la que se ha instalado el PSOE. Todo se eterniza, nada se transforma. Avilés está aletargada, pierde peso político y población.

–¿Y en clave interna de Ciudadanos?

–Ha sido un mandato de claroscuros. Fieles a la esencia de Ciudadanos, se alcanzaron acuerdos, pero carentes de calado. Hubo complacencia, quizás fuimos víctimas del abrazo del oso que nos dio el PSOE. No influimos tanto como nuestra posición permitía.

–¿Conviene que se convirtieron en la muleta del PSOE, como tantas veces se ha repetido?

–Entiendo que se nos haya colgado ese sambenito porque no se sacó el rédito político que cabría esperar de tener cuatro concejales en posición de influir. Yo intenté muchas veces hacerles ver que esto no iba de arriba hacia abajo –o sea, que el PSOE pedía y Ciudadanos daba– sino todo lo contrario, pero sin mucho éxito.

–Tuvieron fugas, bajas... Vaya, una crisis en toda regla.

–Lo que no tuvimos fueron personas interesadas en consolidar un proyecto político centrista, más bien tránsfugas cuyo principal interés estriba en tener notoriedad a toda costa. Pero la lección está aprendida.

–¿Qué se puede salvar de este naufragio?

–Ciudadanos lo tiene complicado, para qué negarlo, pero queda un atisbo de esperanza: el hecho de que hay personas que creen que nuestro espacio político es necesario y no debe desaparecer.

–¿Y usted en concreto, por qué ha dado el paso de coger el timón?

–Me presento a las elecciones para reivindicar la honestidad y la responsabilidad en política. Otros se fueron y tuvieron la indignidad de no devolver sus actas; allá vayan, el problema lo tienen ahora los partidos que les acogen porque si lo han hecho una vez...

–¿Qué expectativa de resultado tiene?

–El partido está agarrado a un clavo, pero concibo esperanza de rebote tras haber tocado fondo. Nos hemos librado de la grasa y toca reconstruir con el bagaje de haber aprendido a tortas. Ciudadanos representa un espacio con el que se identifica mucha gente en estos tiempos de discordia y ruido: somos un partido posibilista, transformador, moderado, cargado de sentido común y con capacidad de actuar como bisagra.

–En un hipotético escenario de ausencia de mayoría absoluta, ¿con quién estaría dispuesto a pactar Ciudadanos en Avilés?

–Nuestro pacto y nuestro compromiso es con los avilesinos, por lo que nunca seríamos complacientes sino exigentes.

–Le ha quedado muy bonito pero no me ha respondido.

–Podemos entendernos con la derecha o con la izquierda, pero si he de ser sincero nos costaría más entendernos con la derecha después de la campaña de acoso y derribo que nos ha hecho el principal partido de ese espectro político.

–Puestos a soñar, ¿en qué Avilés quisiera vivir?

–Quiero un Avilés agradable, que mantenga su identidad industrial pero preferiblemente con 50 empresas de 20 trabajadores antes que una sola de mil empleados, que ejerza de verdadera cabecera comarcal y que suscite interés por vivir en ella.

–Eso último estaría bien, porque la hemorragia demográfica va a más cada año. ¿Alguna idea de cómo frenarla?

–En el marco de las competencias municipales debe haber más apoyo a la conciliación en las familias, tanto por los miembros en edad escolar como por los mayores. También defiendo las ayudas directas a la natalidad, entre otras posibles medidas.

–Sin ánimo de ser exhaustivo, proponga dos medidas factibles incluidas en su programa.

–Meter mano al tema de las entradas a Avilés, que meten miedo, y llevar a cabo un pacto local por la hostelería y el comercio; no puede ser que el mejor centro comercial de Asturias, que es el casco antiguo de Avilés, este medio desertizado.

–¿Es favorable a las peatonalizaciones?

–Sí, pero siempre que vayan precedidas de estudios rigurosos y del desarrollo de aparcamientos alternativos.

–¿Cuál es su oferta en materia de movilidad?

–El desarrollo de carriles bici que conecten centros educativos y, previo análisis de viabilidad, otro que llegue a Salinas, a las playas.

–¿Es Avilés un municipio con excesiva presión fiscal?

–Impuestos hay que pagar, para qué engañarse. Dicho esto, lo que debe hacerse con la recaudación es emplearla eficazmente, desde luego no financiando monstruos como la Fundación Metal. La fiscalidad debe ir dirigida, mediante bonificaciones, a favorecer a las familias, a las empresas asentadas y a las que buscan donde instalarse.

–¿Es favorable a avanzar en materia de comarcalización?

–Yo creo que lo ideal sería convertirnos en un municipio único de 130.000 habitantes, pero soy consciente de lo complejo del asunto. O sea que, al menos, creo que deben llevarse a cabo acciones para la prestación conjunta de servicios públicos.

–¿Cuál es su plan para el Niemeyer?

–Desarrollar un plan marco a diez años vista, hilvanar una programación coherente y más ambiciosa que la actual y esforzarse en la captación de inversión privada.

–Ya por último, ¿por qué alguien debería votar a Ciudadanos?

–Porque se necesita un partido que esté realmente comprometido con la idea de impulsar Avilés sin ideas peregrinas y al que si le toca ser oposición la ejerza desde la responsabilidad constructiva.

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