Pruneda: "El acoso escolar aumenta sin herramientas de control de las redes sociales"

"La atención en la violencia machista y en el acoso escolar la centramos en las víctimas, cuando deberíamos centrarnos en los acosadores para saber qué está fallando en la educación de las personas". Esta es una de las ideas que transmite Jorge Pruneda, agente de Policía Local especialista en ambos asuntos y que ayer presentó en Avilés su último libro, "El hilo rojo de los estorninos", en el que trata y retrata el acoso escolar (bullying), que "va en aumento, sin elementos aún que nos permitan controlar las redes sociales".

Esta obra, la tercera de su carrera, es "un regalo que me hizo Armando (Arias), porque vine en diciembre a presentar mi anterior trabajo, ‘La noche de las luciérnagas’, mi segunda novela, en un acto organizado por la asociación cultural La Serrana, y me retó a que tuviera listo un nuevo trabajo para el 23 de abril, Día del Libro. Como soy muy competitivo, acepté y aquí estoy", asegura Pruneda.

El autor rechaza explicar el significado del título de su nueva novela, porque "hay que leerla. Nos vamos a encontrar con los estorninos en el primer capítulo y ya estará creado el hilo, que avanzará personaje a personaje hasta el final", dice dejando en el aire un halo de misterio.

Jorge Pruneda rechaza que se le considere un experto en violencia machista y acoso escolar. Acepta como mucho que se le trate de especialista, pese a estar al frente del Grupo Especializado en Maltratos a Menores y Adultos (GEMMA) de la Policía Local de Nava desde 2007. El autor de "El hilo rojo de los estorninos" accedió al Cuerpo de Policía Local en 1991. En 1998 se imparte en la Escuela Regional de Policía de Asturias el primer curso de especialización en Violencia de Género, que se convierte en el inicio de su especialización en esta materia. En el año 2000 asumió la jefatura de la Policía Local de Nava con categoría de subinspector, donde en 2007, se crea el Grupo Especializado en Maltrato a Menores y Adultos.

El especialista asegura que tanto la violencia machista como el acoso escolar "se denuncian más y son más visibles", pero alerta de que "hay una tercera parte, un elemento nuevo, que son las redes sociales, los teléfonos móviles, que le dan una magnitud que antes no tenían".

El problema, añade, es que "son elementos tan jóvenes que aún carecemos de herramientas, de mecanismos que nos permitan controlar las redes sociales. Tener un móvil supone poder usarlo para un millar de cosas maravillosas, pero en manos equivocadas y haciendo un mal uso, acaban haciendo mucho daño. Dejamos los móviles en manos de niños y no les enseñamos a manejarlos como herramientas favorables", señaló.

Pruneda plantea la cuestión también como padre. "Hay que implicarse en la educación de los menores y enviar a los hijos mensajes de alerta, explicarles cómo deben usar las redes sociales, para qué, el daño que se puede causar y hacerlo además en igualdad y el respeto".

El responsable del GEMMA de la Policía Local de Nava valora positivamente las charlas a la comunidad educativa, "pero no vale de nada que vayamos una vez, dos, tres... El mensaje más importante es lo que se hace y lo que se ve todos los días, lo que en la infancia y en la juventud se vive a diario". Y por eso la educación debe centrarse en las víctimas, pero sobre todo en los agresores, para educar y concienciar en la no agresión, ni presencial ni en redes sociales.

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