El exdirector del Niemeyer, Natalio Grueso, pide el indulto al Consejo de Ministros

El dramaturgo condenado por malversación de fondos cuenta con el apoyo de personalidades del arte como Woody Allen y Joan Manuel Serrat

Natalio Grueso llegando a la Audiencia Provincial, en una imagen de archivo. | Luisma Murias

Natalio Grueso llegando a la Audiencia Provincial, en una imagen de archivo. | Luisma Murias / S. Fernández

Saúl Fernández

Saúl Fernández

Natalio Grueso, que fue director general de la fundación del Centro Niemeyer entre 2007 y 2012, ha solicitado el indulto al Consejo de Ministros. El autor de "Lorca por Saura" malversó 78.819 euros de la entidad en la que trabajaba y, por ello, la Audiencia Provincial de Oviedo le condenó en junio de 2020 a 8 años de cárcel (5 como culpable de un delito continuado de malversación de caudales públicos en concurso medial con un delito continuado de falsedad en documento mercantil y oficial y 3 más como culpable de un delito societario).

Según señala el Ministerio de Justicia, el indulto es "una medida de gracia, de carácter excepcional, consistente en la remisión total o parcial de las penas de los condenados por sentencia firme, que otorga el Rey, a propuesta del Ministro de Justicia, previa deliberación del Consejo de Ministros". La solicitud se tiene que hacer a través de la División de Derechos de Gracia y otros derechos de la Subsecretaría de Justicia (Ana María Sánchez Hernández).

Según ha podido confirmar este diario, apoyan la solicitud de indulto del dramaturgo asturiano, entre otras personalidades artísticas: el cineasta norteamericano Woody Allen, los cantautores Víctor Manuel y Joan Manuel Serrat, la cantante India Martínez y el exministro de Justicia y editor Manuel Pimentel. El argumento fuerza de la petición radica en "la desproporción" de la pena impuesta a Grueso. La solicitud de indulto para el antiguo director general del Niemeyer se está moviendo "desde hace días" en ambientes culturales y teatrales.

La sección tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo condenó a Natalio Grueso "como autor responsable de un delito continuado de malversación de caudales públicos en concurso medial con un delito continuado de falsedad en documento mercantil y oficial; y de un delito continuado societario". Presentó un recurso de casación ante la sala de lo Penal del Tribunal Supremo que se pronunció el pasado 26 de abril por medio de una sentencia depuesta por el juez Pablo Llarena.

El dramaturgo "fue nombrado director general de la Fundación Niemeyer por acuerdo de los miembros del patronato de fecha 26 de diciembre de 2006". Su contrato, de alta dirección, se firmó 24 de enero de 2007 "prologándose la prestación de sus servicios, por cuenta y orden y bajo el ámbito de la organización de la Fundación Niemeyer, hasta el día 7 de marzo de 2012 en que fue dado de baja en la Tesorería General de la Seguridad Social, según acuerdo adoptado por el patronato, ante el abandono unilateral de su puesto de trabajo, sin formalización del preaviso pactado, para su incorporación como director de Programación de Artes Escénicas del Ayuntamiento de Madrid".

Según se recoge en la sentencia del Supremo, el Juzgado de Instrucción Número 2 de Avilés abrió el proceso contra Natalio Grueso y otros colaboradores suyos en 2015 (tres años después de su cese). Le achacó la comisión de un "delito continuado de malversación de caudales públicos en concurso medial con un delito continuado de falsedad en documento mercantil y oficial; un delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso medial con un delito continuado de estafa; un delito continuado societario y un delito de insolvencia-concurso punible".

Una vez concluida la instrucción, señala la misma sentencia, la "remitió para su enjuiciamiento a la Audiencia Provincial de Oviedo, sección Tercera". Esto sucedió en 2017. En 2020 se publicó la sentencia condenatoria. Esta fue elevada al Supremo que se pronunció el mes pasado rechazando cada uno de los nueve argumentos que Grueso presentó en su alegato de defensa.

Añade el ponente que Natalio Grueso "contó con la absoluta confianza del patronato de la Fundación Niemeyer, quienes prestaban especial atención a las actividades de índole cultural con menoscabo de unas atentas funciones de verificación y control económico. Consciente de la confianza en él depositada y sabedor de la limitada supervisión y control económico que efectuaba el patronato, Natalio Grueso, generó gastos ajenos a los fines de la Fundación Niemeyer durante todo el tiempo que duró su relación laboral, disponiendo de sus fondos en beneficio propio, de sus familiares, amigos y terceros de su entorno, como si de su propiedad fueran, en detrimento de la Fundación Niemeyer".

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