Los buzos inician la inspección del "Serenín" para preparar su difícil reflotamiento

Los especialistas confirman el avanzado deterioro del pecio por la acción del mar y señalan las zonas de anclaje para situar los globos de aire

El remolcador "Cuico" fondeado en el lugar donde se hundió el "Serenín", con Cabo Negro al fondo.

El remolcador "Cuico" fondeado en el lugar donde se hundió el "Serenín", con Cabo Negro al fondo. / Mara Villamuza

Marián Martínez

Marián Martínez

Avilés

El equipo de buzos e ingenieros que se encargarán de reflotar el pesquero "Serenín" ya iniciaron ayer las labores in situ, después de que el fin de semana tuvieran que pasarlo en tierra por la mala mar, que impidió realizar inmersiones.

El remolcador "Cuico" está fondeado en las proximidades del "Serenín", para facilitar las labores de los buzos de la empresa Ardentia Marine, encargada del tercer intento, y se espera que el último, de reflotamiento.

Fuentes de la compañía indicaron que, tal y como hacían presagiar las previsiones meteorológicas, durante el fin de semana "no se pudo trabajar". Así que las labores efectivas comenzaron a primera hora de la mañana de ayer. "Estos trabajos se centran ahora en verificar el estado del pecio en los puntos más críticos –la última inspección había sido hace más de un mes–, porque está muy deteriorado, y localizar los puntos de anclaje, para confirmar que el trabajo se puede realizar según nuestras previsiones".

Ardentia Marine realizará el trabajo con un equipo de 15 personas, que suman ingenieros, buzos y la tripulación del remolcador "Cuico" y de una lancha rápida que sirve de apoyo para el transporte de material.

El "Cuico" atracó en el Puerto de Avilés el pasado jueves, y los cálculos de la compañía indican que las labores se podrán prolongar durante aproximadamente un mes. El "Serenín" se reflotará mediante globos hinchados de aire, y semisumergido se trasladará al puerto de El Musel, en Gijón, para su desguace.

El arrastrero gallego "Serenín" con base en Celeiro se hundió, sin víctimas mortales, el 7 de enero de 2022 en la ensenada de Cobetes, a los pies de un acantilado de la península de Nieva, al Oeste de cabo Peñas. La dificultad de la zona, muy rocosa, justo donde rompe el oleaje y con fuertes corrientes submarinas, complican enormemente las labores de reflotamiento. A eso se suma el avanzado deterioro del pecio, hundido a 15 metros de profundidad.

Este reflotamiento será el tercer intento. El primero fue en agosto de ese mismo año, y fracasó al romper los anclajes que se estaban utilizando para elevar el pecio. Hubo un nuevo intento posterior, y se consiguió elevar el pesquero, pero solo sirvió para verificar que el casco tenía una gran grieta en su costado de babor y, por tanto, una debilidad estructural que sembró dudas sobre la conveniencia de su remolque entre dos aguas al puerto de Gijón.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents