El juez de Luxemburgo espera una pericial que aclare el daño de Alu Ibérica a Traxys

La empresa del Gran Ducado había firmado una operación comercial en exclusiva con Domenech y ahora afirma que se incumplió

Estado actual de las instalaciones de Alu Ibérica en Avilés. | M. Villamuza

Estado actual de las instalaciones de Alu Ibérica en Avilés. | M. Villamuza / S. F. / C. J.

S. F. / C. J.

El Tribunal de Comercio de Luxemburgo se encuentra a la espera de una prueba pericial que permita aclarar el perjuicio económico que Alu Ibérica propició a Traxys Europe, una empresa proveedora de chatarra que había demandado por 41 millones de dólares a las dos plantas alumineras –la de Avilés y la de La Coruña– por daños y perjuicios ante el Tribunal del Gran Ducado.

En fechas recientes se había podido saber que cantidad que demandaba Traxys a Alu Ibérica había descendido en 15 millones: de los 41 millones iniciales a 26. Desde la administración concursal consideran que, de salir adelante esa reclamación de la chatarrera, el roto para Alu Ibérica "sería importante". No obstante, en la vista celebrada esta pasada semana en Luxemburgo, se volvió a discutir sobre los importes reclamados.

La previsión, hasta que tribunal anuncie su decisión el 22 de noviembre, es que se acuerde la práctica de un informe pericial para aclarar si realmente existe o no perjuicio económico, así como su cuantificación, antes de llegar a emitir cualquier decisión sobre el fondo.

La magistrada titular del Juzgado Central Número 3, María Tardón, acusa a Víctor Domenech y Alexandra Camacho, los últimos propietarios de Alu Ibérica de haber saqueado las cuentas de la empresa. El primero, Domenech, decidió organizar su negocio con un proveedor de chatarra en exclusiva, Traxys, que es la empresa se siente agraviada porque de lo acordado en el contrato, nada se cumplió. De esto es de lo que tiene que tienen que responder los actuales administradores concursales en el pleito abierto en la capital del Gran Ducado.

Fue Domenech el que presentó su acuerdo con Traxys en julio de 2020 (al poco de hacerse con la mayoría accionarial de la aluminera, cosa que sucedió en abril de ese mismo años). Dijo entonces que había "seleccionado" a la empresa luxemburguesa "para reforzar su estrategia y estructura comercial". Y añadió a continuación que "con la incorporación de Traxys Group en el área comercial y de ventas, las plantas de Alu Ibérica de La Coruña y Avilés podrán maximizar sus capacidades productivas y de ventas significativamente, ser mas eficientes y favorecer el desarrollo de mercado internacional". Este acuerdo es el que dice Traxys que se ha roto y es por eso que se ha abierto el pleito en Luxemburgo. La cosa iba de facilitar a Alu Ibérica chatarra que se fundía en los hornos de San Balandrán para distribuir ellos –los luxemburgueses– después los tochos de aluminio que salían de San Balandrán y de Agrela. Esta operación comercial se tenía que hacer en exclusividad. Traxys considera que esto último no se llevó a cabo.

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