Los avilesinos fallecidos en un hotel en León llevaban una semana con su bar cerrado y sin dar señales hasta su último mensaje: "Se acabó"

"Se acabó. Os queremos mucho". Carlos García Rubio y Maribel Alberti, Mari, fallecieron ayer a primera hora de la mañana en un hotel de León. Eran pareja y artífices de uno de los negocios hosteleros más emblemáticos de Avilés de los últimas dos décadas, El Cafetón, que primero tuvo su sede en la calle del Sol y a finales de 2019 se trasladó a la plaza Hermanos Orbón. Ambos se precipitaron desde una ventana de la sexta planta de un céntrico hotel leonés. La caída se produjo hacia el patio de luces del establecimiento. La Policía Nacional investiga los hechos y la principal hipótesis es la de una muerte voluntaria. 

El Cafetón estaba cerrado desde hace aproximadamente una semana. Los miembros de la "gran familia" –clientela fiel y amigos– de El Cafetón, preocupados por sus dueños, les enviaron mensajes de Whatsapp que no tuvieron respuesta. La mañana del lunes, a las 6.28 horas, Carlos García sí respondió, con un lacónico "Se acabó. Os queremos mucho (y cuatro besos)". Ese críptico mensaje hizo saltar las alarmas entre sus amigos, que no sabían ni siquiera que estaban hospedados en León. "¿No seguís con el bar?" fue alguna de las réplicas sin respuesta. La decisión, al parecer, estaba tomada. Poco tiempo después saltaban al vacío, sobre las 8.00 horas, desde la sexta planta. Primero fue Mari y segundos después, Carlos. Una empleada del hotel presenció la caída cuando ambos cuerpos alcanzaron el patio, que une la cocina con el buffet de desayunos y comidas.

Mueren dos conocidos hosteleros avilesinos al precipitarse desde un sexto piso en un hotel de León

Alarmados por lo extraño del breve mensaje de Whatsapp de las 6.28, una pareja de amigos de los ahora fallecidos se trasladó incluso a su vivienda, en Versalles, donde ya estaba la Policía Nacional y familiares. Allí comprobaron que la casa llevaba tiempo cerrada y que había un sobre con "recuerdos" y manojos de llaves encima de una mesa. Nadie daba crédito a la situación hasta que tiempo después se confirmó el luctuoso desenlace. 

Hasta el lugar de los hechos en la céntrica calle leonesa se desplazaron varias unidades de la Policía Nacional y la jueza de paz. Un furgón funerario se llevó los cuerpos para practicarles la autopsia. En la habitación del hotel de la avenida de Palencia de León desde donde se precipitaron, Carlos y Maribel dejaron varias notas manuscritas y firmadas por ambos en las que aludían a una posible intención a saltar al vacío, según confirman fuentes de la investigación. La causa a la que hacían referencia eran problemas económicos. 

Carlos y Mari, como eran popularmente conocidos en Avilés, abrieron El Cafetón en la calle El Sol a primeros de siglo. Desde entonces acogieron en su local y su terraza cientos de actividades, conciertos, obras de teatro, monólogos y encuentros culturales sobre todo en El Sol. El mundo del folk también llora la pérdida de esos conocidos hosteleros por muchas razones, una de ellas son las habituales jam session, otra la organización del festival Sol Celta, que tuvo varias ediciones, y quizá la más importante, la cercanía que siempre iba de la mano con Carlos y Mari, una cuestión extensible a su clientela y por descontado a sus amigos y allegados, que no son pocos. 

Maribel Alberti estaba detrás de la barra y de todas las decisiones que se tomaban en el negocio. Carlos García era el capitán de las ideas, algunas locas, que llenaron el emblemático establecimiento hostelero de actividad y también de identidad. 

Ambos hosteleros se conocieron hace décadas, cuando trabajaban de camareros en bares de la calle de La Ferrería como asalariados hasta que les surgió la oportunidad, ya siendo pareja, de abrir lo que años antes había sido La Carava, que también era un bar de folk. Renombraron ese local como El Cafetón y construyeron no solo un negocio, sino algo más, pues Carlos y Maribel fueron capaces de crear un espacio diferente, un lugar unido estrechamente a la cultura, al arte en toda su extensión, desde exposiciones pictóricas hasta performances.

La cultura y llingua asturianas también ocuparon buena parte de la historia que Carlos y Maribel generaron en su local, donde se editaron hasta fanzines. Eso fue en la calle del Sol; en 2019 se trasladaron a Hermanos Orbón. Cinco años después, llega la noticia de la muerte de la pareja como un mazazo para familia y amigos.