Auge del turismo jacobeo: el albergue de Avilés mejora un 4% la ocupación de 2023

El incremento en un 12 por ciento de las pernoctaciones de caminantes españoles compensa el pinchazo de las estancias de extranjeros

Un grupo de peregrinos en el albergue de Avilés.

Un grupo de peregrinos en el albergue de Avilés. / Ricardo Solís

Carolina Escudero

Para Maite Gonzalo Esteban, directiva de la Asociación Astur-Galaica Santiago Apóstol de Avilés y desde hace seis años al frente del albergue de peregrinos de la ciudad, 2024 está siendo un año muy positivo en cuanto a afluencia de caminantes. "Estamos muy contentos por la cantidad de personas que nos eligen para alojarse y también porque la mayoría de los que vienen, repiten", asegura.

Las cifras de pernoctaciones en el albergue avalan la satisfacción que muestra la hospedera, quien asegura que "pese a un pequeño bache en julio, el resto de meses superan con creces las expectativas y agosto apunta incluso a batir récords". Durante estos dos años, los números señalan a los españoles como principales huéspedes (912 este año frente a 813 del 2023 –un 12 por ciento más– en el tramo de enero a julio incluido), seguidos de los alemanes, franceses e italianos.

En total, a 31 de julio de 2023 se habían alojado en el albergue avilesino 2.648 peregrinos y este año esa cifra ha subido a 2.751, un 4 por ciento más. El récord anual vigente data de 2019, con seis mil pernoctaciones. La previsión a final de año, de mantenerse el actual flujo de peregrinos, es superar los 5.500 (en 2023 fueron 5.162). Estas cifras, no obstante, no recogen el total de caminantes que pasa por Avilés camino de Santiago y esto es debido a que un número indeterminado de ellos elige para hospedarse establecimientos hoteleros de la ciudad y otro buen número utiliza las instalaciones del cercano albergue existente en San Martín de Laspra (Castrillón).

El cóctel intercultural que, según Maite Gonzalo, se forma en el albergue genera un gran ambiente. "Incluso a veces, algunos de los peregrinos se ofrecen a hacer la cena al resto de los que pernoctan", comenta la directora de la asociación jacobea avilesina. Y es que, los espacios comunitarios del albergue, como la cocina o la lavandería, son punto de encuentro de gente variopinta pero que tiene como denominador común un destino de viaje: la tumba del apóstol Santiago.

Este es el caso de un grupo de cuatro españoles que charlan animadamente en el albergue tomando unas cervezas mientras esperan a que la lavadora terminase su función. "Da gusto hacer el Camino, es mi séptima vez y cada día conozco a personas maravillosas; por eso me gusta hacerlo", cuenta Jose Luis García. Otros, como Marta Álvarez y Miguel Bernard distanciaron sus vidas hace 15 años y decidieron empezar esta aventura juntos para recuperar el tiempo perdido. Ana Egea, la integrante restante, apunta que "en esta aventura no tiene por qué haber un final, ni del camino ni de la amistad".

El hospedaje de peregrinos de Avilés presume, además de una buena afluencia, de la renovación de sus instalaciones durante el parón de la pandemia, lo cual facilita comodidades a los peregrinos. "Estoy muy agradecida con el Ayuntamiento por las subvenciones que nos concedieron de 10.000 euros y que nos permiten ofrecer servicios de calidad", comenta la directora de la asociación jacobea.

Fruto de la reforma, el albergue tiene ahora una amplia cocina, dos habitaciones con literas para los peregrinos y dos baños. También hay zona de lavandería y una zona exterior con mesas para el ocio y tendales. "Es importante que los peregrinos se sientan como en casa dentro de lo posible y para ello es fundamental tener buen equipamiento", comenta la encargada del albergue. La hospedería también cuenta con personal preparado para atender y aclarar cualquier duda de los peregrinos e incluso recomendarles rutas para continuar o sitios que no se pueden perder por la zona. "Tenemos a dos trabajadores que intentan que a los inquilinos no les falte de nada", comenta Maite Gonzalo.

Desde la asociación Astur-Galaica intentan dar a conocer las instalaciones a los propios ciudadanos de Avilés y que "sean conscientes de los recursos que ofrecemos". Para ello, organiza cada año unas jornadas de puertas abiertas: "Está bien que los de aquí sepan lo que es el albergue". Este albergue municipal cuenta seguir llenando sus habitaciones cada día y no escatimar en gastos de mejoras de las instalaciones. Para ello, sopesan la posibilidad de una nueva solicitud de subvenciones para mantenerse a la última en servicios y que la comunidad de peregrinos en Avilés siga creciendo.

Peregrinos como los Asensio, con raíces en Valencia. Juan Ramón Asensio, cabeza de familia, lleva 20 años peregrinando y esta vez ha querido hacer el Camino junto a su hermano y sus nietos. "Quiero transmitirles los valores que yo aprendí durante estos años haciendo el Camino y que aprecien la riqueza inmaterial de este tipo de experiencias", asegura.

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