Bailes para acercar la tradición asturiana
El grupo "Ximielga la saya" impulsa un taller de danzas en La Exposición con más de medio centenar de participantes

Martín Sánchez, Laia Sánchez y Sara Carbonell, de Valencia, ayer, durante el taller de baile en la pista de La Exposición. | Mara Villamuza
I. García
Sara Carbonell es de Moncada (Valencia) y en su tierra participa en un grupo de danzas tradicionales. Estaba acompañada de su pareja Martín Sánchez y de la hija de ambos, Laia. Y los tres aprendieron ayer bailes de su tierra de adopción estival, Asturias, de la mano del grupo "Ximielga la saya", que hace honor a su nombre y animó a moverse para dar a conocer diferentes bailes tradicionales.
Héctor Díaz toca la gaita y Verónica Fernández, el tambor. Sergio García es el maestro de ceremonias. Explica la actividad a los asistentes que aguardan su turno para participar en el taller bajo la carpa instalada en la pista de La Exposición. Más de cincuenta personas se sumaron a la actividad. "Unos 45 ya se inscribieron por email", detalla García, sin contar a las personas que decidieron in situ los pasos más sencillos del baile tradicional asturiano. "Hay que seguir el ritmo", indica Sergio García. La gaita, las castañuelas y el tambor se encargan de marcarlo. El resto consiste en movimientos de pies, el picao, entre otros, y alzar los brazos mientras suenan, principalmente, jotas.
La primera fue la "Xota d’Ibias" y la bailaron solo los miembros de "Ximielga" a modo de exhibición. Después llegó la de Leitariegos y otras más. El mexicano y residente en Corvera desde hace dos años, Fernando Bravo, no perdía detalle a los pasos. "Quiero conocer la cultura tradicional asturiana y esta es una buena manera para hacerlo", comenta minutos antes de hacer un picao. Baila y se deja llevar por el son de la gaita y el tambor. Al tiempo, los gijoneses Marta Cristóbal y Juan de la Vega no dudaron en alzar los brazos y arrancarse a bailar unas piezas tradicionales "para aprender un poco" y después, aprovechar las fiestas de San Agustín. "Es que tiene delito que seamos asturianos, nos guste la música tradicional y no sepamos danzar", comenta la avilesina María Martínez, que fue de las últimas en apuntarse a un taller "que se convirtió en una fiesta". Lo dice después de haber bailado solo dos piezas y tras diez minutos de sesión. "Hay que difundir más nuestra cultura, es guapísima", comenta Martínez.
El taller impulsado por "Ximielga la saya" reunió a decenas de personas, muchas asturianas pero otras de fuera de la región que se acercaron de una manera diferente a la cultura tradicional. Había niños y también adultos y buen humor para acercarse a unos bailes típicos pero que sirven también para acercarse a la geografía asturiana, desde el occidente de Ibias hasta el centro con Mieres y Lena y el oriente de Llanes por citar ejemplos de los diferentes tipos de jotas. "Todas tienen particularidades aunque mantienen la misma estructura", defiende Sergio García, que bailó como todos en este primer acercamiento express al baile tradicional.
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