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Balcón al Muelle

Cintura política

El abrupto final del acuerdo de gobierno en Castrillón y el estado de salud de otras alianzas en la comarca cuando está a punto de dar comienzo el nuevo curso

Un Pleno de Castrillón.

Un Pleno de Castrillón.

Covadonga Jiménez

Covadonga Jiménez

Con el paso del tiempo uno se vuelve más selectivo. Y se dice que donde uno no pide nada y le dan todo, ahí es. Viene al caso de la sonada ruptura, esta semana, del acuerdo de gobierno en Castrillón, según el cuál Vox dejará de respaldar las decisiones del gobierno local, del PP, ante los incumplimientos en materia de normalización lingüística. Una semana después de que los de la formación de Santiago Abascal encendieran las alarmas, lo que ha trascendido a lo largo de los últimos días es la consumación de un divorcio anunciado. Y es así porque, como reza el refrán, nada de lo que no habían pedido se les dio, pero tampoco en lo único que pidieron hubo cambio de dirección.

El inicio de esta nueva etapa, sin mayoría absoluta de la derecha en el Pleno castrillonense, invita a pensar sobre la salud de otros acuerdos de gobierno, en la comarca y fuera de ella. Quienes no hayan tenido que ocultar cómo son en su alianza, se encuentran en el lugar adecuado, pero donde no se les haya tomado como prioridad, se haya impuesto la laxitud, y la verdad se haya tornado en contrariedad como un boomerang regresa de vuelta casi automática, están a un punto de la ruptura o, al menos, de una crisis semejante a la que ahora afronta el gobierno de Castrillón.

La fórmula en que se cerró el acuerdo de gobierno en el concejo vecino, dándole a Vox poder pero sin responsabilidades, es decir, como si hubiera dos ministros sin cartera en el Consejo de Gobierno, no es la única que parece hacer aguas o que evidencia fallas. El final de las fiestas de San Agustín en Avilés parece haber puesto en evidencia que los éxitos son de todos y, los fracasos, de unos pocos. La surrealista historia de los feriantes, los caballitos y los fuegos sobre la que solo la concejala de Festejos ha salido a dar la cara no parece ser el mejor ejemplo de lo que ha de ser la puesta en práctica de un acuerdo de gobierno.

Veremos en los próximos días en esta comarca el ejercicio de autocrítica (o no) de otros acuerdos de gobierno. En Gozón también deberán afrontar la prueba de fuego del próximo presupuesto para testar si la alianza de PSOE e IU continúa estable.

Una de las peores consecuencias de la etapa que vivimos es que han saltado por los aires las reglas del juego. Se dice que donde todo es recíproco, especialmente el respeto, uno encuentra su lugar, pero donde hay mentiras (o medias verdades) y no se puede confiar, ahí no hay posibilidad de acuerdo, sea con o sin responsabilidades de gobierno.

Con este lienzo, plantear de cara a la opinión pública que una alianza política o un gobierno goza de una salud de hierro a pesar de la ruptura o el abandono de una alianza hasta ahora inalterable con los socios obligará, como defendía el jugador barcelonista Hristo Stoichkov, "a sudar la camiseta" y a mostrar, si cabe, más cintura política de cara al nuevo curso que comienza con septiembre.

Cuando en pocas horas se dará a conocer quién es el nuevo "Pueblo ejemplar de Asturias" solo queda tomar el ejemplo de unidad de los vecinos de Laviana (Gozón), Arnao (Castrillón) y El Castillo (Soto del Barco) y desearles suerte en esta travesía. Los tropiezos en el camino de la pluralidad y la convivencia no hace más que deteriorar relaciones.

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