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"Esto es mucho mejor que estar en clase, ya podríamos tener actividades así todos los días", confesaba Hugo Monteagudo en una jornada en que el casco histórico de Avilés se convirtió en un inesperado plató de película para el más de un centenar de chavales que participaron en el "Avilés Acción 72 horas", concurso en que los alumnos de los centros educativos de la ciudad tienen tres días para grabar sus propios cortometrajes. Las temáticas eran variadas, desde robos a problemas sociales como el bullying, todo ello en espacios tan emblemáticos como Galiana, el parque Ferrera o el quiosco de la música.
Luisma Murias
"Esto es mucho mejor que estar en clase, ya podríamos tener actividades así todos los días", confesaba Hugo Monteagudo en una jornada en que el casco histórico de Avilés se convirtió en un inesperado plató de película para el más de un centenar de chavales que participaron en el "Avilés Acción 72 horas", concurso en que los alumnos de los centros educativos de la ciudad tienen tres días para grabar sus propios cortometrajes. Las temáticas eran variadas, desde robos a problemas sociales como el bullying, todo ello en espacios tan emblemáticos como Galiana, el parque Ferrera o el quiosco de la música.
Luisma Murias
"Esto es mucho mejor que estar en clase, ya podríamos tener actividades así todos los días", confesaba Hugo Monteagudo en una jornada en que el casco histórico de Avilés se convirtió en un inesperado plató de película para el más de un centenar de chavales que participaron en el "Avilés Acción 72 horas", concurso en que los alumnos de los centros educativos de la ciudad tienen tres días para grabar sus propios cortometrajes. Las temáticas eran variadas, desde robos a problemas sociales como el bullying, todo ello en espacios tan emblemáticos como Galiana, el parque Ferrera o el quiosco de la música.
Luisma Murias
"Esto es mucho mejor que estar en clase, ya podríamos tener actividades así todos los días", confesaba Hugo Monteagudo en una jornada en que el casco histórico de Avilés se convirtió en un inesperado plató de película para el más de un centenar de chavales que participaron en el "Avilés Acción 72 horas", concurso en que los alumnos de los centros educativos de la ciudad tienen tres días para grabar sus propios cortometrajes. Las temáticas eran variadas, desde robos a problemas sociales como el bullying, todo ello en espacios tan emblemáticos como Galiana, el parque Ferrera o el quiosco de la música.
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Luisma Murias
"Esto es mucho mejor que estar en clase, ya podríamos tener actividades así todos los días", confesaba Hugo Monteagudo en una jornada en que el casco histórico de Avilés se convirtió en un inesperado plató de película para el más de un centenar de chavales que participaron en el "Avilés Acción 72 horas", concurso en que los alumnos de los centros educativos de la ciudad tienen tres días para grabar sus propios cortometrajes. Las temáticas eran variadas, desde robos a problemas sociales como el bullying, todo ello en espacios tan emblemáticos como Galiana, el parque Ferrera o el quiosco de la música.
Luisma Murias
"Esto es mucho mejor que estar en clase, ya podríamos tener actividades así todos los días", confesaba Hugo Monteagudo en una jornada en que el casco histórico de Avilés se convirtió en un inesperado plató de película para el más de un centenar de chavales que participaron en el "Avilés Acción 72 horas", concurso en que los alumnos de los centros educativos de la ciudad tienen tres días para grabar sus propios cortometrajes. Las temáticas eran variadas, desde robos a problemas sociales como el bullying, todo ello en espacios tan emblemáticos como Galiana, el parque Ferrera o el quiosco de la música.
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"Esto es mucho mejor que estar en clase, ya podríamos tener actividades así todos los días", confesaba Hugo Monteagudo en una jornada en que el casco histórico de Avilés se convirtió en un inesperado plató de película para el más de un centenar de chavales que participaron en el "Avilés Acción 72 horas", concurso en que los alumnos de los centros educativos de la ciudad tienen tres días para grabar sus propios cortometrajes. Las temáticas eran variadas, desde robos a problemas sociales como el bullying, todo ello en espacios tan emblemáticos como Galiana, el parque Ferrera o el quiosco de la música.
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"Esto es mucho mejor que estar en clase, ya podríamos tener actividades así todos los días", confesaba Hugo Monteagudo en una jornada en que el casco histórico de Avilés se convirtió en un inesperado plató de película para el más de un centenar de chavales que participaron en el "Avilés Acción 72 horas", concurso en que los alumnos de los centros educativos de la ciudad tienen tres días para grabar sus propios cortometrajes. Las temáticas eran variadas, desde robos a problemas sociales como el bullying, todo ello en espacios tan emblemáticos como Galiana, el parque Ferrera o el quiosco de la música.
Luisma Murias
"Esto es mucho mejor que estar en clase, ya podríamos tener actividades así todos los días", confesaba Hugo Monteagudo en una jornada en que el casco histórico de Avilés se convirtió en un inesperado plató de película para el más de un centenar de chavales que participaron en el "Avilés Acción 72 horas", concurso en que los alumnos de los centros educativos de la ciudad tienen tres días para grabar sus propios cortometrajes. Las temáticas eran variadas, desde robos a problemas sociales como el bullying, todo ello en espacios tan emblemáticos como Galiana, el parque Ferrera o el quiosco de la música.
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"Esto es mucho mejor que estar en clase, ya podríamos tener actividades así todos los días", confesaba Hugo Monteagudo en una jornada en que el casco histórico de Avilés se convirtió en un inesperado plató de película para el más de un centenar de chavales que participaron en el "Avilés Acción 72 horas", concurso en que los alumnos de los centros educativos de la ciudad tienen tres días para grabar sus propios cortometrajes. Las temáticas eran variadas, desde robos a problemas sociales como el bullying, todo ello en espacios tan emblemáticos como Galiana, el parque Ferrera o el quiosco de la música.
Luisma Murias
"Esto es mucho mejor que estar en clase, ya podríamos tener actividades así todos los días", confesaba Hugo Monteagudo en una jornada en que el casco histórico de Avilés se convirtió en un inesperado plató de película para el más de un centenar de chavales que participaron en el "Avilés Acción 72 horas", concurso en que los alumnos de los centros educativos de la ciudad tienen tres días para grabar sus propios cortometrajes. Las temáticas eran variadas, desde robos a problemas sociales como el bullying, todo ello en espacios tan emblemáticos como Galiana, el parque Ferrera o el quiosco de la música.
Luisma Murias
"Esto es mucho mejor que estar en clase, ya podríamos tener actividades así todos los días", confesaba Hugo Monteagudo en una jornada en que el casco histórico de Avilés se convirtió en un inesperado plató de película para el más de un centenar de chavales que participaron en el "Avilés Acción 72 horas", concurso en que los alumnos de los centros educativos de la ciudad tienen tres días para grabar sus propios cortometrajes. Las temáticas eran variadas, desde robos a problemas sociales como el bullying, todo ello en espacios tan emblemáticos como Galiana, el parque Ferrera o el quiosco de la música.
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"Esto es mucho mejor que estar en clase, ya podríamos tener actividades así todos los días", confesaba Hugo Monteagudo en una jornada en que el casco histórico de Avilés se convirtió en un inesperado plató de película para el más de un centenar de chavales que participaron en el "Avilés Acción 72 horas", concurso en que los alumnos de los centros educativos de la ciudad tienen tres días para grabar sus propios cortometrajes. Las temáticas eran variadas, desde robos a problemas sociales como el bullying, todo ello en espacios tan emblemáticos como Galiana, el parque Ferrera o el quiosco de la música.
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