Las secuelas del cierre de Sekurit: siete empleados de Cimisa pierden sus empleos

Los afectados fueron ayer a trabajar y al cabo de unas horas les mandaron para casa

Una pasada manifestación en favor del futuro de Saint Gobain en Avilés y de los trabajadoresde sus subcontratas.

Una pasada manifestación en favor del futuro de Saint Gobain en Avilés y de los trabajadoresde sus subcontratas. / Ricardo Solís

Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

Eran "carne de cañón" –así se sienten– y lo sabían. Y ayer llegó el día que tanto temían: les comunicaron la extinción de sus contratos y los mandaron para casa. Esta es la historia de "los siete de Cimisa", los empleados de la subcontrata que desde hace décadas se venía ocupando de las tareas logísticas relacionadas con la preparación del vidrio que se fabrica en La Maruca para su expedición a los puntos de destino. Desde ayer por la mañana ya no tienen puesto de trabajo; Saint-Gobain prescinde de sus servicios para generar siete vacantes en las que poder recolocar a trabajadores afectados por el reciente cierre de la división de Sekurit (parabrisas). Lo suyo es un caso de "daños colaterales".

"Sabíamos que este día iba a llegar tarde o temprano, pero no podíamos imaginarnos las formas...", manifiesta uno de los despedidos. Ayer fueron a trabajar con normalidad y a las pocas horas los siete fueron llamados a la sede de su empresa, en Trasona. Allí les comunicaron el despido (sin atender al plazo legal de aviso con quince días de antelación).

"Si eso ya es sangrante, la comunicación interna que emitió Saint-Gobain dando aviso a los vigilantes de la fábrica para que no se nos permitiera el paso a la fábrica ni para recoger nuestros enseres y pertenencias es denigrante. Algunos llevamos 28 años de servicio; no merecemos ser tratados como apestados. Pero así se las gasta Saint-Gobain", se lamenta uno de los despedidos.

El colectivo está listo para litigar en defensa de sus derechos. Hace semanas presentaron una demanda por prestamismo laboral, en la presunción de que sus tareas no correspondían a las de obreros subcontratados, sino que eran propias de empleados de Saint-Gobain. Y subsidiariamente tienen previsto ir contra sus despidos, que ven viciados de nulidad.

Por lo que respecta a las tareas que hacían "los siete de Cimisa", Saint-Gobain habla de "internalizar el servicio" dentro del departamento de Logística. Lo mismo quiere hacer con la actividad de almacén general (dos empleos en el aire).

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