Alemania conquista Avilés

"Están encantados", cuentan los docentes de un grupo de alumnos germanos de intercambio en Asturias que participaron en una yincana por la ciudad

La expedición alemana, en el parque del Muelle. | N. M.

La expedición alemana, en el parque del Muelle. | N. M.

Noé Menéndez

Noé Menéndez

¿Qué hacían ayer una veintena de alemanes por el casco histórico de Avilés? La respuesta la tenía el historiador Pablo Martínez Corral, profesor en el instituto de La Fresneda, que organizó una yincana por las calles avilesinas para un grupo de alumnos germanos que están realizando un intercambio con el centro sierense. Como no podía ser de otra manera, el avilesino quiso barrer para casa.

"Hemos creado una yincana para que puedan conocer y hablar con los habitantes de la ciudad, y que así la conozcan de la mejor manera posible", explica Martínez Corral. La actividad consistía en diez puntos que los iba a llevar a conocer los enclaves emblemáticos del casco histórico avilesino. Sin posibilidad de utilizar el teléfono móvil, los alumnos debían, por ejemplo, averiguar la historia del Adelantado de la Floorida, buscar el teatro Palacio Valdés o "encontrar una calle que una vez al año se llena de espuma".

Una de los puntos que más unen a los alumnos alemanes con las calles avilesinas es la presencia de varias ‘piedras’ de la memoria. En Alemania estas obras de arte se utilizan conmemorar el destino de los seres humanos que fueron deportados y asesinados por los nacionalsocialistas, algo que también ha llegado al suelo de la ciudad. En concreto, Avilés tiene seis de ellos, que se pueden ver en las calles González Abarca, La Cámara, Cabruñana, Los Alfolíes y Rivero.

"Los chavales están encantados", aseguró Corral mientras ellos se arremolinaban en el parque del Muelle antes de salir de exploración. Durante las siguientes horas se les pudo ver haciendo fotos por la calle la Fruta, tratando de encontrar el parque de Ferrera o "un lugar importantísimo en Avilés que perteneció a unos marqueses muchos años" y tratando de averiguar el porqué del nombre de "La Grapa". "Por el momento solo hemos estado en el Niemeyer, pero tiene pinta de ser muy interesante", reconocía uno de los visitantes.

Esta era tan solo la primera de las actividades que realizará la expedición alemana por tierras asturianas. "Primero tenía que barrer un poco para casa", bromeaba Martínez Corral, quien se encargará de llevar a los adolescentes a diferentes puntos de Asturias. Algunos, como confesaban, ya conocían la ciudad, y reconocían que se habían quedado prendados del casco histórico de Avilés. "Tiene algo especial", comentaban. Ahora no habrá dudas de que se conocen las calles al dedillo.

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