El detenido ahorcado en la cárcel permanecía aislado para evitar represalias del clan del "sintecho" asesinado

Creía que iban a por él por haber matado a Israel H. J., el "sintecho" castrillonense de 67 años que fue hallado muerto a golpes en la zona de Los Canapés, en Avilés, el jueves de la semana pasada. M. J. J., el hombre que le mató para robarle, llevaba en prisión desde este martes. Ayer, se quitó la vida en la celda de aislamiento en la que le habían ingresado para evitar cualquier contacto con los miembros de la familia del asesinado.

Hallan ahorcado en su celda al sospechoso de matar a golpes a un sintecho de Castrillón

Eran las ocho de la mañana cuando los funcionarios acudieron a la celda en que la estaba ingresado M. J. J. Ahí lo encontraron ahorcado. El hombre no estaba dentro del protocolo antisuicidios de la prisión, que establece medidas especiales, como la vigilancia de aquellos reclusos con tendencias suicidas por parte de un preso de confianza.

Los golpes apuntan a un ensañamiento con el "sintecho" de Castrillón: su muerte, relacionada con la tensión en el poblado de Gozón

Nada más encontrarse el cuerpo, se pidió la presencia del médico forense y de la autoridad judicial. Todo apunta a una muerte por suicidio, un hecho que ha causado sorpresa entre los funcionarios, que no esperaban que cometiese un acto así.

M. J. J. había sido detenido el pasado martes por los investigadores del caso. Tras el crimen le habían buscado en diferentes lugares, incluido el concejo de Gozón, donde vive parte de su familia. La magistrada del Juzgado número 1 de Avilés dictó para él una orden de prisión provisional, comunicada y sin fianza, como presunto autor de un delito de homicidio y otro de robo con violencia, sin perjuicio de que dicha calificación pudiese modificarse a lo largo de la instrucción. No es el primer suicidio en la cárcel de Asturias. El mes de septiembre del año pasado se ahorcó en su celda Noemí M. L., acusada de matar a su hija de 6 años tras suministrarle un cóctel de medicamentos en octubre de 2022. La mujer utilizó una sábana.

En octubre de 2019, otro recluso, interno de la enfermería, se ahorcó en uno de los patios de cárcel utilizando un cinturón atado a una barra para hacer flexiones. En diciembre de ese año, se quitó la vida, con una sobredosis de pastillas, Raúl Fernández, de 38 años, el presunto autor del crimen del ebanista de Oviedo. También en 2019, otro preso se cortó el cuello, aunque no falleció. Y en 2015 se ahorcó de madrugada un recluso de 65 años en la enfermería.