Entrevista | Emilio Ablanedo Castrillonense, presenta "Historias de Estados Unidos"

"La cobardía y la doblez caracteriza a las élites independentistas catalanas", dice Emilio Ablanedo en esta entrevista

"Mientras que los países europeos se gestaron a partir de la historia y la religión, Estados Unidos es el único país del mundo fundado en torno a una filosofía: el liberalismo"

Emilio Ablanedo, con un ejemplar de «Historias de Estados Unidos» en la mano.

Emilio Ablanedo, con un ejemplar de «Historias de Estados Unidos» en la mano. / LNE

Saúl Fernández

Saúl Fernández

Avilés

Emilio Ablanedo (Piedras Blancas, 1971), de normal, se gana la vida como abogado: pertenece al Cuerpo Superior de Letrados de la Seguridad Social. Tuvo una época –tan convulsa como para haber vivido en primera persona el proceso soberanista de Cataluña– en que ejerció como subdelegado del Gobierno en las provincias de Barcelona y Tarragona. Ha cambiado, sin embargo, la trinchera política por el estudio y se dedica ahora a la divulgación de la historia de los Estados Unidos: ha publicado tres libros sobre el asunto –"Confederación", "General Lee" y acaba de salir "Historias de Estados Unidos"–, los tres en la editorial Actas. Conversa con LA NUEVA ESPAÑA por teléfono.

–Se le nota cómodo en la divulgación.

–"Historias de Estados Unidos", sí, es un libro que tiene mucho contenido histórico, pero está narrado de una manera muy amena.

–Hay un viaje familiar.

–Eso es, un viaje que sirve para hilvanar anécdotas sobre los orígenes históricos y culturales de los Estados Unidos.

–¿Cuándo lo hicieron?–Justamente antes de la pandemia: en el verano de 2019.–Me da que llevaba detrás de él mucho tiempo.

–Toda la vida: siempre había tenido en mente hacer un viaje por toda la costa Este. Había estado en los Estados Unidos en otras ocasiones, pero no había hecho un viaje tan completo como el que hicimos en 2019. Me produjo una gran ilusión poder acercarme a los lugares que fueron escenarios históricos en el nacimiento de los Estados Unidos.

–Se mueve por cuatro siglos y pico: de Pedro Menéndez a Franklin Delano Roosevelt.

–Vamos saltando adelante y atrás y vamos explicando lo de la caza de brujas y los peregrinos del "Mayflower". Me centro en el inicio del proceso independentista de Boston y nos movemos a la Guerra Civil para terminar en las políticas sociales de Roosevelt y, claro, cuando llegamos a Florida, analizamos la herencia hispana en los Estados Unidos, sobre todo a través de la figura de Pedro Menéndez de Avilés. Todo esto para dejar bien claro la variedad de asuntos que te encuentras en Estados Unidos.

–Hábleme de ello.

–Nueva Inglaterra tiene una impronta calvinista, mientras que otros estados como Virginia y el resto del Sur la impronta que tienen es más anglicana, episcopaliana; realista en definitiva. Es muy importante poner de manifiesto estas diferencias para entender lo que son hoy en día los Estados Unidos. Y luego, claro, llama la atención que la herencia española quede más o menos borrada o difusa.

–Es que se sigue considerando Jamestown como la primera ciudad europea en territorio norteamericano, bastantes años después de la fundación de San Agustín.

–Sí, aunque últimamente se están haciendo serios esfuerzos para reconocer la importancia que tuvo la Corona española en el nacimiento de Estados Unidos, sobre todo con el reconocimiento de las campañas de Bernardo de Gálvez. Sí es cierto que figuras como la de Pedro Menéndez son muy reconocidas a nivel local en San Agustín de la Florida, pero en el conjunto de la sociedad estadounidense no tienen el reconocimiento que merecerían. Esto se debe también a que ellos derivan sobre todo de la tradición anglosajona de las trece colonias, que también están muy marcadas por esa tradición anglosajona, por la Leyenda Negra y por el antihispanismo, pero afortunadamente creo que en alguna medida estamos haciendo que eso cambie.

–El proceso independentista estadounidense comienza con un motín: la gente de Boston se niega a pagar más impuestos sobre el té.

–Sí, esa es, por así decirlo, la anécdota, pero de fondo lo que subyace es quién tiene la soberanía en aquellas colonias: los colonos o la metrópolis. Esto es algo importante porque entendiendo esto, entendemos por qué los estadounidenses son tan individualistas y tan liberales.

–¿Ah, sí?

–Ellos consideraban que no le debían nada a nadie. Consideraban que habían sido ellos los que habían luchado contra los indios, habían roturado aquellas tierras y se habían labrado su propio destino. Sin embargo, a finales del siglo XVIII es cuando la Corona británica necesita mayores cantidades de dinero para mantener allí sus tropas y es cuando se produce la rebelión, que en el fondo no es tanto por una cuestión impositiva como por dilucidar quién mandaba, quién tenía la soberanía en aquellas tierras. Había, por lo tanto, una razón más profunda que la puramente tributaria. Esto acabó desembocando en lo que todos conocemos: la Declaración de Independencia.

–Como decían los catalanes del "procés": "Espanya ens roba".

–El fenómeno de Cataluña me recuerda más al fenómeno de secesión del Sur que al movimiento de los patriotas. Hay una diferencia muy importante entre los procesos independentistas de Estados Unidos y Cataluña: en Estados Unidos las élites independentistas eran también élites intelectuales, eran personas de una gran valía cultural dispuestos a arriesgar su vida y su patrimonio por la causa de la independencia. Cosa que en Cataluña nunca ocurrió, porque si hay algo que caracteriza a las élites independentistas catalanas es su cobardía y su doblez.

–¿Qué unió a las trece colonias? ¿La religión?

–Las de Nueva Inglaterra eran calvinistas. Sin embargo, el Sur se consideraba más realista, más aristocrático; se consideraban descendientes de la gran aristocracia británica que pretendían trasladar a sus territorios. Había grandes diferencias culturales, sociales, incluso desde el punto de vista de la psicología colectiva, unas diferencias que luego se fueron agravando con la llegada de grandes contingentes de emigrantes europeos. Lo que tenían en común era el sustrato cultural anglosajón. La mayoría de ellos eran protestantes, la mayoría de ellos tenían también unas claves culturales comunes anglosajonas. Esto se ve muy claramente en la caza de brujas de Salem. Les unió su planteamiento colectivo, su proyecto colectivo. Mientras que los países europeos se gestaron a partir de la historia, de la religión o de la etnia, Estados Unidos es el único país del mundo que se ha fundado en torno a una filosofía: el liberalismo. Y esto tenemos que tenerlo presente si queremos entender por qué hoy en día los estadounidenses piensan como piensan.

–La Constitución española tiene 46 años y ya dicen que es vieja, pero eso no pasa con la de Estados Unidos: con doscientos y pico.

–Es una Carta Magna muy flexible porque tiene muy pocos artículos y se ha ido adaptando a los tiempos a través de las enmiendas y, sobre todo, de la interpretación que el Tribunal Supremo ha ido dando. El prestigio que tienen los jueces en los Estados Unidos es imponente. 

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