Saint-Gobain encarga el prediseño del futuro horno-float de Avilés (la inversión que garantizaría el futuro de la fábrica)

La dirección mundial de la multinacional tiene previsto decidir "en breve" a qué centro industrial adjudicará la nueva infraestructura

Instalaciones avilesinas de Saint-Gobain Cristalería.

Instalaciones avilesinas de Saint-Gobain Cristalería. / Mara Villamuza

Saúl Fernández

Saúl Fernández

La multinacional Saint-Gobain Cristalería ha encargado a un grupo de trabajo, que encabeza uno de los principales mandos de la fábrica que la compañía francesa tiene en La Maruca, que elabore y presente "en breve" un prediseño del futuro nuevo horno-float para el complejo fabril avilesino. Este grupo de trabajo tiene sobre sí la responsabilidad de evaluar la capacidad de producción de la infraestructura actual –que fue sometida a una reparación entre los meses de septiembre y octubre pasados–, pero también tiene que hacer una prospección de futuro; es decir, tiene que defender un proyecto que dé aliento a un nuevo corazón productivo en virtud de los planes que tiene para Avilés la dirección mundial de la compañía.

La presentación de este encargo, sin embargo, no significa que vaya a terminar materializándose. Es decir, los miembros de este grupo de trabajo van a decidir qué es lo que la planta de La Maruca precisa y qué características debe tener el futuro horno para dar respuesta a esas necesidades.

Los ingenieros que forman parte de la DTI de la central parisina de Saint-Gobain serán los que decidan, en última instancia, activar el prediseño, desecharlo, modificarlo o llevarlo a cabo en toda su extensión. Esto, prometen, lo harán "en breve" –no concretan, sin embargo, la duración de ese "en breve"–.

Este pasado otoño, según informó este periódico, varios miembros de la DTI anduvieron por las instalaciones avilesinas mirando posibles ubicaciones para el nuevo horno float. Así que la DTI tendrá la última palabra: características del horno, combustible que gastará, y el lugar en donde se construirá. En Francia y en Italia también pugnan por esta inversión.

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