Apuntes

Avilés y Llodio, dos comarcas fabriles a las que la deslocalización rompe como el vidrio

El horno de la planta de Saint-Gobain, cuya rehabilitación vuelve a estar en estudio, se queda solo en el norte tras el apagado del de la provincia de Álava

Las instalaciones del actual horno float de Avilés.  |

Las instalaciones del actual horno float de Avilés. |

Saúl Fernández

Saúl Fernández

Tras dejar Alu Ibérica –inmediatamente después, de hecho: en 2020–, el fondo suizo Parter Capital Group adquirió la planta de parabrisas que la multinacional del vidrio Guardian Glass tenía en Llodio, en la provincia de Álava: la llamó Autoglas, aunque su nombre comercial al final fue Glavista. A partir de ese momento, comenzaron los problemas para los trabajadores de un complejo industrial más que semejante al de La Maruca: suelo industrial histórico, dos fábricas paralelas (vidrio para construcción, por un lado, y parabrisas, por otro), la plantilla en la calle y los responsables políticos prometiendo el oro de las nuevas inversiones y el moro de las ensoñaciones.

El último episodio de esta crisis en Llodio se ha vivido hace pocos días: lo que Guardian Glass seguía manteniendo en Álava ha sido cerrado. Y el horno –el corazón de la planta–, apagado sin posible resurrección, denuncian los representantes sindicales en la planta.

En Avilés lo que sucedió es que la multinacional Saint-Gobain –más de un siglo de fabricación de vidrio en España, setenta y tantos años, en La Maruca– decidió la primavera pasada cerrar su negocio del automóvil y despedir (o recolocar) a sus empleados en el departamento de Sekurit, la competencia directa de Glavista, el pedazo de Guardian que Parter Capital, los que compraron las fábricas de Alcoa y luego se las vendieron a Víctor Rubén Domenech y Alexandra Camacho, ahora acusados como presuntos autores de delitos de apropiación indebida o administración desleal, insolvencia punible, blanqueo de capitales y constitución o pertenencia a organización o grupo criminal por su participación en la descapitalización de las fábricas de aluminio primario de Avilés y La Coruña.

O sea, dos de los polos industriales principales de la Península Ibérica –Avilés y Llodio– se van carcomiendo de manera paralela de tal modo que ya no hay fábricas de aluminio en Asturias (ni en La Coruña) y el sector del vidrio se rompe en esquirlas.

El pasado día 25, los 171 trabajadores de Guardian Glass supieron que la compañía norteamericana había decidido cerrar su negocio de vidrio plano. El año pasado, en abril, lo supieron los avilesinos, pero los de parabrisas.

Guardian –como Saint-Gobain– tenía hasta 2020 dos fábricas en el mismo complejo industrial de Llodio (como le pasaba a Saint-Gobain, pero en La Maruca). Los norteamericanos vendieron el negocio de parabrisas a Parter –sin experiencia en el sector–, pero mantuvieron el Glass. Saint-Gobain no vendió: cerró y despidió.

La diferencia entre lo que está sucediendo en Llodio y lo que pasa en Avilés es que la multinacional francesa ha encargado a un grupo de trabajo que elabore y presente un prediseño del futuro nuevo horno-float para el complejo fabril avilesino. Es decir, la dirección sigue apostando por cambiar la pieza principal de la planta. Lo que sucede es que quien decide –la central parisina– no tiene tan claro el futuro.

Los trabajadores recuerdan los números: el actual horno-float de Avilés se puso en marcha en 2008, meses después del gran incendio de marzo de aquel año. Según han constatado, este float tiene una vida útil de poco más de quince años –ya la ha superado–, pero ha sido sometido a dos grandes rehabilitaciones. Pero su aliento ya no es el mismo.

Una de las razones por las que la dirección francesa no tiene clara su apuesta por Avilés está en Barevka, en la República Checa. Allí Saint-Gobain y la multinacional japonesa AGC son socios en un horno con aspiraciones. Dice la multinacional que se renovará "por completo" para convertirlo "en una línea de alto rendimiento y de última generación, con el objetivo de funcionar un 50% con electricidad y el otro 50% por una combinación de oxígeno y gas". El progreso avilesino también tiene competencia más cercana: TVTEC, en Cubillos del Sil (León), mantiene desde 2022 la ambición de un horno propio. Y eso no tranquiliza en Avilés.

Los cierres de Saint-Gobain

En agosto de 2021, la multinacional Saint-Gobain cerró la fábrica de parabrisas de Santa Iria de Azóia, en Loures, en Portugal. Lo hizo porque la caída constante de la cifra de negocio del departamento entre los años 2018 y 2020 había hecho un roto en las cuentas por valor de 8,5 millones. Así que: "La situación era insostenible", apuntaron desde la empresa entonces. En 2020, cerró el Glass de Arbós. Se deshizo de la fábrica de Hortaleza de Saint-Gobain en 2003, la sede social de la multinacional en Azca desapareció del mapa de la compañía en 2004. Se la vendió al BBVA. En 2006 vendió La Veneciana –estaba en Villaverde, en Madrid–. En 2003 abrió con ayudas públicas una fábrica en La Almunia de doña Godina, en Aragón: la cerró en 2010.

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