La crisis de gobierno de Avilés: Cambia, como el gato Schrödinger, se rompe y no se rompe y estas son las posturas de Podemos e IU

"Es lo mejor para recuperar nuestra soberanía", defiende Izquierda Unida

"El objetivo era desgastar a Retuerto con obstáculos y trabas", claman los morados

La asamblea de Izquierda Unida, ayer, en su sede social.   | RICARDO SOLÍS

La asamblea de Izquierda Unida, ayer, en su sede social.   | RICARDO SOLÍS

Saúl Fernández

Saúl Fernández

Avilés

Cambia Avilés (CA) ha saltado por los aires por una bomba de paradojas sin control. Izquierda Unida (IU) determinó ayer "abrir negociaciones con Podemos para abordar la superación de Cambia Avilés y la recuperación de la plena soberanía política de ambos partidos". Sin embargo, el portavoz de la otra mitad de la confluencia –es David García, de Podemos– señaló: "Como Sara [Retuerto] y yo no tenemos competencias, no somos equipo de gobierno, por lo tanto estamos en la oposición", insistió el concejal de Deportes del gobierno "de la izquierda plural" de Avilés que salió de las reuniones de junio de 2023; hace una semana que ya no lo es. "Nosotros no abandonamos ningún grupo municipal", trató de explicar.

La paradoja principal en la que se mueven las izquierdas locales es que un grupo formado por dos partidos políticos independientes se ha roto y no se ha roto: lo que ha hecho IU es abrir la puerta para dejar que entre aire, sin embargo, Podemos ha cerrado las ventanas. "Estamos consultando con el equipo legal y jurídico del partido", apuntan los dos concejales de Podemos para explicar qué va a pasar cuando llegue la próxima pantalla del juego. O sea, Cambia Avilés, como el gato de Schrödinger, está vivo y no lo está.

La actual paradoja municipal es de dejar huella más profunda: la ruptura existe, pero tampoco tiene que ser eterna: ni Podemos, ni IU han tirado los muebles por la ventana. Ni tampoco al gato.

David García y Sara Retuerto, ayer, en su sede.  | RICARDO SOLÍS

David García y Sara Retuerto, ayer, en su sede. | RICARDO SOLÍS

"A partir de ahora nos centraremos en trabajar desde este nuevo escenario (el de la oposición). Empujaremos para que se apliquen políticas de izquierdas en nuestra ciudad y todo esto debe hacerse bajo la garantía de poder ejercer nuestros derechos reflejados todos ellos en el capítulo tercero del Reglamento Orgánico Municipal. Así que vamos a trabajar con la certeza de que lo mejor está por llegar", determinó David García. O sea, no van a trabajar de acuerdo con el Partido Popular, ni mucho menos con Vox.

Por ahí anda también el deseo que manifestó la asamblea de Izquierda Unida de ayer por la tarde. "Vamos a seguir impulsando, por encima de desavenencias puntuales, la unidad de la izquierda alternativa en Avilés. La izquierda sigue siendo mayoritaria en la corporación y dado que nuestras diferencias programáticas con Podemos son mínimas, trabajaremos para que la nueva etapa que ahora se abre, se caracterice más por los acuerdos, que por los desencuentros".

La ruptura

Lo que sucede es que las paradojas de las palabras oficiales se confunden con las circunstancias reales. "Hemos estado ante un ataque sin precedentes hacia una organización política y hacia las personas aquí implicadas. Al menos este ataque nunca se había visto a nivel local, ni ante los mayores supuestos escándalos de corrupción". Esto lo dijo Retuerto también ayer por la mañana. Y ahondó en ello: "El objetivo aquí es muy claro: desgastar a la concejala –o sea, a Retuerto–, con todo tipo de obstáculos y trabas, especialmente políticas". O lo que es lo mismo: Retuerto llegó al Ayuntamiento con ganas de cambiar "bases obsoletas", pero se encontró con que esto "no era del agrado del PSOE". Y añadió: "Como no es del agrado del PSOE, se busca la manera de que no salgan adelante". Izquierda Unida piensa de otra manera: "Un gobierno de izquierdas tiene que saber hacer autocrítica y también saber escuchar y tener en cuenta la opinión de la ciudadanía". n

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