El Descenso de Galiana es cosa de mayores en Corvera

Una treintena de usuarios de la residencia Armayor de Molleda despidieron el carnaval con un desfile por el interior del centro tras la iniciativa del personal: "Hay un ambiente que da gusto", confesaron los usuarios

Molleda

Avilés despedía este miércoles el Antroxu con el entierro de la Sardina tras una semana en la que toda la villa ha disfrutado del tradicional Desfile del martes y de un Descenso de Galiana de récord, con hasta 36 artilugios participantes. Sin embargo, este no fue el único que se ha celebrado en la comarca. En Molleda (Corvera), los 34 usuarios de la residencia de la tercera edad Armayor disfrutaron de un Descenso a medida organizado por el personal del centro, en el que los residentes pudieron desfilar por el interior al son de la música y los aplausos de sus compañeros y familiares.

Una usuaria del centro, a punto de finalizar el descenso.

Una usuaria del centro, a punto de finalizar el descenso.

"Están muy emocionados con la fiesta. Ha sido un mes de gran expectación", comentó Sandra Gayo, encargada de la residencia, quien explicó que la idea surgió el pasado año tras conocer que uno de los usuarios del centro, Víctor Pastur, era un gran aficionado al Descenso de Galiana y que se entristeció al no poder acudir. "Decidimos que este año Víctor disfrutaría de su fiesta favorita y nos pusimos manos a la obra", añadió Gayo. Dicho y hecho. Durante los últimos meses, el personal de la residencia inició los preparativos y comunicó a los familiares de los residentes "que se animasen a participar" y que "viniesen disfrazados para pasar la tarde".

Con ventanales decorados con máscaras y antifaces, banderines por el salón y los pasillos, merienda a base de frixuelos elaborados por Loli, la peluquera del centro... todo fluyó. El interior de la residencia de mayores se convirtió en un auténtico salón de fiesta al que los usuarios acudieron ‘antroxaos’, entre otras cosas, de unicornio, animales del bosque o personajes de animación y de historias de fantasía, como fue el caso de Angelines Pérez, de 77 años, con un disfraz de bruja al que sus hijos Ivo y Dan Montero añadieron murciélagos. "Es una oportunidad para disfrutar con ella. Seguramente sea la primera vez que se disfraza", comentaron ambos.

Uno de los más activos era Rafael Peñarando, extremeño de 97 años que llegó a Asturias con apenas 29. "Llevo toda la vida en Avilés", apuntó Peñarando, disfrazado de pirata, quien añadió: "Hay un ambiente que da gloria". El cacereño, que se confesó gran conocedor del Antroxu avilesino (puesto que residió durante décadas en el barrio del Carbayedo), señaló que "es la mejor fiesta que he vivido nunca. He estado infinidad de veces y los recuerdo con muchísimo cariño". Sentado en su butaca, pronto Peñarando echó mano de su andador en dirección a la rampa de salida: "Me da igual la cuesta, tengo muchas ganas", confesó.

Una vez dio comienzo la fiesta, todos los residentes se pusieron en fila a la espera de que dijeran sus nombres y que iniciasen las canciones adecuadas para sus disfraces y poder disfrutar así de su particular Descenso de Galiana.

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