Una nueva publicación sobre memoria histórica
Cuando los nazis arrasaron Asturias
El historiador avilesino Pablo Alcántara repasa en su último libro los bombardeos de la Legión Cóndor: "Participaron más de ochenta aviones durante 122 jornadas en un año, un ataque cada tres días"

ayuntamiento aviles.jpg / Pablo Alcántara

El investigador y doctor en Historia avilesino Pablo Alcántara ha puesto negro sobre blanco otra de sus investigaciones en formato libro. Su última obra se titula "La Legión Cóndor en Asturias. Antes Trubia que Gernika" y aborda el papel de la aviación nazi alemana en la guerra civil española en la región. "No existía ningún trabajo en profundidad sobre la Legión Cóndor en Asturias y me puse a investigar", señala el historiador, que ha contado con la colaboración del también colega Pablo Martínez Corral. El subtítulo de la obra es "Antes Trubia que Gernika" y explica los motivos. Si ya en octubre de 1936, la Legión Cóndor ya participó en el cerco de Oviedo, el 18 de diciembre, según los archivos, arrojó 81 toneladas de bombas sobre población civil en Trubia, un lugar estratégico por contar con una fábrica de armas, que por cierto no recibió ningún impacto. Doce días después, Trubia sufrió otro bombardeo, todo eso ocurrió cuatro meses antes que en la localidad vizcaína que Picasso inmortalizó para denunciar los excesos de la contienda española. "En el primer bombardeo hubo tres civiles muertos y en el segundo, cuatro. Seguro que hubo más, contabilizarlos es muy complicado", señala Alcántara, que ha contado hasta 122 operaciones en un año de la Legión Cóndor en Asturias. "Eso quiere decir que hubo un bombardeo cada tres días y todo ello teniendo en cuenta que de enero a agosto hubo un parón", señala el historiador avilesino, residente en Madrid. "Participaron además más de 60 aviones", precisa.
Ha pateado archivos, hemerotecas y otros enclaves para recabar todos los datos que incorpora a su investigación. Ha hecho una concienzuda labor en los archivos de la aviación en Villaviciosa de Odón, ha viajado hasta Friburgo (Alemania), ha consultado datos en la Universidad de Oviedo y también en Salamanca y en Alcalá de Henares, por citar algunos de los lugares que ha visitado para su investigación.
Avilés sufrió lo suyo a partir del 27 de agosto de 1937 con la ofensiva áerea de la Legión Cóndor. "En la calle Rivero, una de las más céntricas, los edificios de los portales 69, 90 y 92 perdieron su fachada y su estructura interna quedó completamente destrozada. Lo mismo en la calle Gutiérrez Herrero, números 3 y 5, donde reventaron las tuberías del agua. En la calle Palacio Valdés (antes Siglo XIX), en los números 19, 21, 25, 27 y 29, las bombas provocaron importantes socavones. En la calle Juan Ochoa, una de las bombas alcanzó el edificio de las pescaderías y otra a un carro, que partió a una vaca por la mitad. También por el muro y el túnel hacia San Juan de Nieva", relata Alcántara para contar después que la Casa Consistorial y otras calles como El Sol recibieron el impacto de las bombas el 19 de septiembre de 1937, un mes antes de que Asturias cayera en manos de las tropas franquistas.
La presencia de la Legión Cóndor prueba la ayuda nazi a Franco y más aún la importancia que tenía el bombardeo de Asturias para el triunfo del bando sublevado. Alcántara habla de Hugo Sperrle, máximo responsable de la aviación nazi y de los documentos que avalan las operaciones sobre Asturias. "La Legión Cóndor fue fundamental para la caída de Asturias", apunta el historiador, que se detiene en explicar que tanto Franco como Mola destacaron en no pocas ocasiones su interés en derrocar la resistencia asturiana para así tener todo el control de las industrias en la zona norte, dado que vascos y cántabros ya habían sucumbido a las tropas sublevadas.
No solo Trubia y Avilés sufrieron las bombas nazis, también buena parte del Oriente asturiano. "Es más, a Cangas de Onís se le denominó el ‘Gernika’ asturiano", apunta el historiador sobre los bombardeos entre septiembre y octubre de 1937. "Queipo de Llano habló en la radio de Sevilla que el bombardeo de Cangas de Onís fue culpa de los rojos, nada más lejos de la realidad, fue obra de la aviación alemana, como lo fue en Infiesto, Colunga, Campo de Caso…", detalla Pablo Alcántara, quien cifra en "muchas más" de doscientas civiles las víctimas causadas por los bombardeos.
La publicación está editada por el colectivo Famyr (Federación asturiana Memoria y República). "El libro se puede conseguir a través del correo electrónico famyr@memoriayrepublica.org y a través de la su página web", indicó Alcántara, quien avanzó algunas fechas de las presentaciones del libro. La primera oficial será en la Antigua Escuela de Comercio de Gijón el próximo día 26, le seguirá Avilés al día siguiente, aún sin lugar señalado para ello. Además, para abril ya tiene otras dos citas reservadas, una el 11 de abril en la librería Matadero Uno de Oviedo y, al día siguiente, en el Macondo, en Gijón.
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