Illas le da las gracias a Ceferino, en un funeral en el que su sucesor en la parroquia pidió que las campanas no sonaran "a muerto porque son de gloria"

"Esto no es un funeral; esta es una misa de acción de gracias a don Ceferino", anunció Francisco Panizo, el párroco de San Julián de La Callezuela y la persona a la que le tocó presidir la ceremonia de la última despedida del sacerdote que falleció el jueves en Oviedo, un cura que se jubiló –en 2022–, precisamente, atendiendo las iglesias de La Peral y de la capital de Illas. "Ninguno de los que estamos aquí puede poner en duda lo evidente: que don Ceferino está en el cielo", dijo Panizo en un templo que se llenó con la presencia de todos los que quisieron al cura. Y fueron muchos.

El retrato que el artista Fernando Fueyo le hizo de Ceferino Fernández cuando el Ayuntamiento de Illas le había nombrado Hijo Adoptivo del concejo presidió el oficio: el cuadro y la bandera de Asturias. Marcos del Barrio interpretó a la gaita el "Himno de Asturias" y en el coro sonaron las canciones que el coro "Arsis" interpretó en honor a Ceferino Fernández. Una de las componentes de esta agrupación musical es Amalia Álvarez, sobrina nieta del sacerdote en su última despedida. Álvarez y Magdalena Carreño se encargaron de glosar, en nombre de los vecinos emocionados del concejo, al paisano que, en palabras de esta última, "era todo amor y fue capaz de convertir esta parroquia suya en la familia".

Panizo insistió en la "gloria" y reclamó a los que le escuchaban que saliera a la calle a "brindar por una persona que ha llegado donde siempre había querido".

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