La situación de la economía en Avilés

El crecimiento de la industria de la comarca de Avilés se decide fuera de Asturias

Saint-Gobain Cristalería se enfrenta a un año sin convenio colectivo, Azsa vive pendiente del precio de la energía, Dupont cocina una nueva escisión y a las auxiliares no les sobra tarea

Instalaciones de Asturiana de Zinc, en San Juan de Nieva.

Instalaciones de Asturiana de Zinc, en San Juan de Nieva. / MARA VILLAMUZA

Saúl Fernández

Saúl Fernández

Avilés

La gran industria de la comarca avilesina vive su futuro pendiente de decisiones que se toman tan lejos de la propia comarca como de la región que la acoge.

Sucede así en Asturiana de Zinc (Azsa), que en la actualidad se encuentra a la expectativa de poder incrementar la producción de su departamento de electrólisis, una circunstancia que sólo activará si el precio de la energía se adecua con la realidad comercial y llega la orden precisa de la sede central de Glencore, que es la matriz a la que pertenece la fundidora de San Juan de Nieva. Si la energía cuenta con un precio asumible, Azsa está en disposición de atender la demanda de zinc de medio mundo.

La multinacional Saint-Gobain Cristalería también se mueve, de momento, por la cuerda del progreso: su central –está en París– es la que se ha comprometido a decidir "a la vuelta del verano" si construye nuevo horno-float y amplía, en consecuencia, el futuro de la compañía en Avilés.

La puesta en marcha de este nuevo horno-float –la nueva infraestructura está sobre la mesa de los ingenieros del Departamento Técnico– es un hecho fundamental para el porvenir de las instalaciones fabriles de La Maruca: garantiza "al menos tres lustros" de producción de vidrio en Avilés. Actualmente, tras la reforma de este pasado otoño, la garantía es de "unos pocos años".

La tardanza en tomar la decisión final sobre el devenir del horno-float de Avilés está generando una incertidumbre que ha creado congestión en el día a día en la planta avilesina, que a la situación actual (con el convenio en ultraactividad, es decir, prorrogado) se suma un horno con los meses contados y unos resultados contables de su división de Glass que, según señalan desde la compañía, dieron pérdidas millonarias.

En este sentido, la multinacional francesa prevé enfrentarse a esta caída del negocio –la matriz, sin embargo, reconoce resultados millonarios positivos– con un plan de ahorro que incluye, entre otras cosas, el desprendimiento de la atención médica constante en las instalaciones fabriles de La Maruca. Este plan de ahorro, sentencian los trabajadores, abre una puerta a la segregación de los negocios de vidrio (no está decidido si la opción mejor será separar la fábrica de Avilés de la Arbós, en Tarragona; o acaso la opción será la creación de dos empresas que se dediquen a la fabricación de vidrio de vehículos de turismo o de construcción).

Por este camino también va la multinacional Dupont, que anuncia para este próximo otoño nuevos movimientos societarios: va a segregar de la matriz su negocio de productos electrónicos. Lo previsto hasta ahora es sumar este centro de operaciones a los que operan ya en Carreño: Corteva, la propia Dupont y Celanese.

Y mientras sucede todo esto, los trabajadores de la industria auxiliar viven "una buena temporada" ajena al anuncio previsto de las grandes inversiones: las paradas temporales de mantenimiento.

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