Rafael Castro, coordinador de Emergencias del área sanitaria III: "La colaboración ciudadana saca adelante muchos paros cardiacos"

Rafael Castro Delgado, ayer, en Avilés.  | MARA VILLAMUZA

Rafael Castro Delgado, ayer, en Avilés. | MARA VILLAMUZA

I. García

Avilés

La charla se titula "Emergencia para la población general. ¿Qué debo hacer?". Es un título amplio, para situarnos defina "emergencia".

Aquella situación de salud aguda que puede comprometer la salud de una persona. Cuando empezamos a abordar el campo de las emergencias podemos ir una a una, pero el listado sería enorme. También podemos aportar unas pautas generales de actuación y centrarse luego en las emergencias en la que es trascendente lo que se haga en los primeros minutos por parte del alertante.

Pongamos un ejemplo, una persona ve a otra que sufrió una caída en el suelo. ¿De qué manera podemos actuar?

Llamar al SAMU Asturias a través del 112, eso es lo principal. En ese momento se produce una gestión de la llamada y al final, el alertante acaba hablando con un médico o un enfermero del SAMU Asturias en función de lo que le cuenten qué está pasando, puede derivar en la activación de una UVI móvil, una ambulancia de soporte vital básico o la movilización de un equipo de Atención Primaria, y todo eso acompañado de unas instrucciones telefónicas sobre qué es lo que tiene que hacer.

¿Qué es lo primero que tiene que hacer un ciudadano si ve a una persona dañada en plena calle al margen de esa llamada a los servicios de emergencias?

Lo primero, comprobar si esa persona está inconsciente o no, si respira o no. Si está inconsciente y no respira con normalidad, podemos sospechar que estamos ante una parada cardiaca. Entonces, se llama al SAMU Asturias a través del 112 e iniciamos unas comprensiones torácicas. Además, hoy en día, existe lo que se llama RCP telefónica, que consiste en que una persona experta al otro lado del teléfono va a dar instrucciones de qué es lo que tienes que hacer.

¿Se dan muchos casos en los que el profesional del SAMU Asturias tenga que dar instrucciones de RCP telefónicas?

No dispongo de cifras exactas . Uno de los principales criterios de calidad a la hora de gestionar las llamadas de emergencias es el proporcionar esas instrucciones telefónicas, y siempre que se pueda, que es casi siempre, se dan. La principal limitación es el nerviosismo de la persona que llama, o que a veces las personas que llaman tienen miedo de hacer esa RCP y hacer daño. La limitación no es del SAMU Asturias porque entra dentro de nuestros procedimientos y protocolos.

¿Llamamos lo que deberíamos llamar o se deja pasar?

Habitualmente, sí. Las llamadas no preocupan, ya se gestionará con el recurso que sea e incluso con consejos o instrucciones telefónicas. Lo que más nos puede preocupar es aquellas personas que no llaman por miedo a molestar, que las hay, y que tiene unos síntomas que puede presuponerse que es algo grave. Por ejemplo, una persona llama o va a su médico de familia y dice que se encuentra raro desde hace días o que se encuentra mal, e igual tiene un infarto agudo de miocardio. Es importante que la población sepa identificar esos signos de alerta o alarma entendiendo que la población, en general, no son especialistas en emergencias. Ante la duda, es mejor llamar al SAMU Asturias a través del 112.

Es un servicio público y los profesionales están para atender a las personas.

Sí, lo que no se puede es llamar por cosas banales, para eso el sistema de salud tiene una red asistencial. Ante la duda, es mejor llamar.

¿Cuál es el principal motivo de esas llamadas?

Hay muchas llamadas por dolores torácicos, por personas inconscientes, hay llamadas por convulsiones, falta de aire, fatiga ... Las paradas cardiacas no son lo más frecuente.

¿La actuación previa de los ciudadanos ayuda a salvar vidas?

Hay dos patologías, como son el infarto de miocardio y el ictus, donde el tiempo es vital. Cuanto antes se identifique y se active el mecanismo que está perfectamente engranado, será mejor para el paciente. Cuanto antes reciba el tratamiento adecuado, que es básicamente abrir la arteria que esté obstruida y restaurar el flujo sanguíneo, antes disminuirá la cantidad de cerebro que queda dañada, en el caso del ictus, o de tejido miocárdico dañado, en el caso del infarto. Se trata de avisar antes para poder poner el engranaje en marcha y salvar más vidas. Es fundamental. La mayoría de las paradas cardiacas que sacamos adelante es así por la colaboración ciudadana porque alguien ha llamado pronto, alguien ha iniciado presiones torácicas pronto o ha utilizado un desfibrilador de uso público. La supervivencia puede llegar hasta el 60 o el 70 por ciento, y si nadie hace absolutamente nada, la supervivencia se puede quedar en el 12 o el 15 por ciento.

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