María Fernanda Fernández, historiadora del arte: "El trato que le han dado al Palacio de Balsera de Avilés ha sido extraordinario"

"Nos hemos quedado maravillados por el estado del Palacio de Balsera", reconoce María Fernanda Fernández (Oviedo, 1973), historiadora del arte y guía de Turismo del Principado de Asturias. Ayer se encargó de dirigir las primeras visitas guiadas al Palacio de Balsera, cita que contó con gran aceptación. El Palacio Balsera ha sido la sede desde 1982 del Conservatorio y ahora, con su traslado, será sometido a obras.

¿En qué ha consistido su trabajo en el edificio del Conservatorio?

Era un edifico que no estaba datado con total exactitud, no había unanimidad sobre quién había sido el arquitecto y no se había analizado en detalle todo su interior. Lo más sorprendente de todo es la manera que tiene de organizar el espacio interior, con miles de detalles, como la vidriera. Nosotros intentamos, con la documentación a la que pudimos tener acceso, organizar los datos. El informe que creamos sigue inédito y en las visitas que haremos iremos enseñando alguna cosina. Este edificio cuenta la historia de Avilés del siglo XX, cómo Victoriano Fernández Balsera se relaciona con el resto de la ciudad y cómo la industrialización se nota en un lugar como este. Creemos que es un sitio muy interesante no solo para conocer como cambia Asturias, sino que se pueden ver los cambios políticos y la modificación en los transportes.

¿Cómo era esa relación de Fernández Balsera con su entorno?

Es una persona muy vinculada a su entorno, con relación con la Cámara de Comercio, el tranvía, la Sociedad de Comercio… Su posición dominante en lo económico hace que forme parte de la historia de Avilés en el siglo XX.

Habla de que este edificio sirve para ilustrar la historia reciente de la ciudad

Como historiadores de arte creemos firmemente que aportamos una ilustración a la historia. El edificio es un documento que ayuda a entender el confort y el estatus de la época. Entenderlo permite llegar a muchos detalles. Es un acierto que se hagan visitas como estas. Hay mucho interés por conocer más el edificio y llegar a su interior, porque sirve para ahondar en la historia de la ciudad. La convocatoria ha funcionado muy bien, en treinta horas se cubrieron todas las plazas.

¿Cómo ve el futuro del equipamiento?

Los fondos que se han obtenido para su reforma sirven para convertirlo en un equipamiento cultural, para traer exhibición de obras de arte. Ahora le espera una rehabilitación muy cuidada y con mucho esmero. Tranquiliza ver el rigor con el que se va a tratar. Creo que va a ser un gran equipamiento cultural, para las bellas artes.

¿Ahora que le espera al edificio?

Es imposible criticar la anterior etapa, en al que el edificio acogió al Conservatorio. El trato que le han dado es totalmente extraordinario, han sido extremadamente cuidadosos. Nos ha maravillado el punto en el que lo encontramos. Hay que hacer arreglos, eso es obvio, pero no por las acciones de la gente, si no que por el desgaste de los materiales y el paso del tiempo.

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