El Beso de Judas vuelve a demostrar su buena estrella: sale en la Semana Santa avilesina bajo un manto primaveral

La última hermandad del calendario avilesino recorre las calles con el recuerdo del padre Ángel Garralda a sus espaldas

El Beso de Judas a su paso por la calle de la Ferrería.

El Beso de Judas a su paso por la calle de la Ferrería. / Irma Collín

S.F.

Avilés

La procesión que protagoniza la Hermandad del Beso de Judas es la de la “buena estrella”. “Ningún Jueves Santo desde que empezaron a salir llovió en Avilés”, destacó el párroco Alfonso López Menéndez, el titular de San Nicolás de Bari, el templo de la villa.

López Menéndez salió al balcón de su casa unos minutos antes de las doce y media para dos cosas fundamentales: recordar a su predecesor, el padre Ángel Garralda, y también para agradecer a la cofradía más nueva que hayan sido capaz de organizarse para materializar “otra huella más de las que dejó Garralda en esta iglesia”, dijo el sacerdote.

Entonces suena la percusión para advertir que la procesión más nueva del calendario avilesina iba a salir. El público rodeó la isleta verde de Álvarez Acebal con los teléfonos en ristre. El paso de la traición aguardó a que se incorporase López Menéndez, que lo hizo acompañado del rector de San Antonio de Padua, Luis López Menéndez, el hermano del párroco de la villa.

La cofradía nació con “gente vinculada a la parroquia y al propio colegio” en 2008, aunque salió por primera vez al año siguiente, lo recordó el actual párroco. Son ahora ciento cincuenta personas vestidas de negro y blanco. Los niños, que cada vez son más. encabezaron la parada al ritmo marcado por una carraca: no fuera a ser que la procesión se atrasara más de la cuenta.

Los del Beso de Judas rodearon Álvarez Acebal para coger la calle de San Francisco. Las terrazas del Jueves festivo aguardó a los más nuevos en su último viaje, acomodados en esa buena estrella que le ha permitido ganar la historia con la humildad de los recién llegados.

Ángel Garralda (1923-2022) asumió la responsabilidad de San Nicolás de Bari en 1957, es decir, vivió en Avilés más de 65 años. Alfonso López Menéndez tomó la dirección de la parroquia que Garralda cambió para siempre en 2016.

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