Operación antidroga en Castrillón: un detenido por menudeo en Piedras Blancas y otro por intentar volar con 300 gramos de hachís

Pillan a un gijonés de 41 años en un control aleatorio del aeropuerto con tres paquetes de droga

VÍDEO | Operación antidroga en Castrillón: un detenido por menudeo en Piedras Blancas y otro por intantar viajar con 300 gramos de hachís

Guardia Civil

S. F.

Dos operaciones contra la droga de la Guardia Civil en el mes de abril se saldan con sendas detenciones y la requisa de los estupefacientes.

El pasado 7 de abril los agentes del servicio Fiscal y de Fronteras destinados en el Aeropuerto sorprendieron a un gijonés de 41 con cerca de 300 gramos de hachís en la maleta.

Y es que cuando le sometieron a un control aleatorio detectaron en el gijonés una actitud sospechosa de nerviosismo. Por eso entró la Guardia Civil en escena, que lo trasladaron hasta las dependencias policiales del Aeropuerto, le cachearon y localizaron tres paquetes rectangulares envueltos en papel film de hachís, arrojando un peso total de 293 gramos.

Por todo ello se procedió a la detención del gijonés como supuesto autor de un delito de tráfico de drogas.

Piedras Blancas

Por otro lado, el pasado 08 de abril la Guardia Civil de Piedras Blancas detuvo a un hombre de 60 años con antecedentes policiales que estaba vendiendo droga. Le encontraron en su poder 10,16 gramos de hachís repartidos en 6 piezas, así como 60 euros fraccionados en billetes de 10 y 5 euros.

Los guardias de la capital castrillonense lo tenían controlado desde finales del pasado año, cuando los vecinos le habían denunciado por dedicarse al menudeo, en ocasiones, delante de centros escolares.

Tras la investigación los agentes constataron que el hombre con la droga ya preparada para su venta en pequeños envoltorios, la escondía en diversas partes del vehículo que utilizaba para desplazarse, ocultación que realizaba todas las mañanas en la parcela de su vivienda antes de dirigirse hasta el lugar de distribución, principalmente Piedras Blancas. La vía de contacto con los compradores se hacía mayoritariamente por teléfono, estableciendo por este medio el punto de encuentro.

En el momento de realizar la transacción, este rescataba la droga de los lugares donde las había escondido y procedía a su venta, tras lo cual se marchaba del lugar, adoptando una actitud desconfiada, conduciendo con medidas de contravigilancia.

En un registro domiciliario autorizado llevado posteriormente, se localizaron 94 gramos más, una báscula de precisión, otro billete de 10 euros, una navaja de corte y un film de plástico transparente, lo que ratificaba la actividad continuada del detenido.

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