La muerte de "Troski" pone en capilla a una raza de "rebeldes"

Amigos, familia y camaradas despiden a un histórico de MCA con el ataúd cubierto con la bandera republicana, la asturiana y la pirata

Illán García se dirige a la capilla sin culto en la despedida de su padre «Troski».  | IRMA COLLÍN

Illán García se dirige a la capilla sin culto en la despedida de su padre «Troski». | IRMA COLLÍN

Saúl Fernández

Saúl Fernández

Avilés

"Hasta su muerte, Jose formó parte de esa maldita raza de rebeldes contra el capitalismo". Esto lo dijo ayer en la sala de despedidas del tanatorio de Avilés Juanjo Fernández. Se refería a José Manuel García, que había fallecido en Miércoles Santo como un salto mortal en el cielo de las paradojas.

A García nadie le conocía por el apellido: "Era ‘Troski’, ‘Trosko’ o simplemente ‘Tros’", apostilló Illán García, redactor de LA NUEVA ESPAÑA e hijo del militante histórico de MCA y miembro de la Xunta Pola Defensa de la Llingua en Avilés. "Todos estamos de acuerdo con que Jose era un ser humano excepcional", añadió Fernández y, con los ojos puestos en la capilla sin culto llena hasta en los sitios en que no había sitio, recalcó: "Sois la mejor demostración de que Jose no pasó por la vida en vano".

Y ahí le aplaudieron por primera vez. Porque ayer por la tarde hubo muchos aplausos. "Troski" fue un tipo que hizo "comunidad". Y lo hacía en los caminos vitales que eligió: el "compromiso" político, "pero también la folixa", recordó Fernández camarada de "Troski": "Toda nuestra vida compartimos la misma trinchera". La de MCA –luego fue Lliberación–, la de Izquierda Unida.

El historiador Pablo Martínez Corral ejerció de "hermano" de Illán García –eso es lo que dijo el periodista de este púlpito de una sala de despedidas sin culto determinado–. Fue el segundo en tomar la palabra. Dijo: "No cejaste en tus batallas, en escenarios donde había que estar. Jamás escondiste una crítica, jamás te amilanaste ante una amenaza, porque tú vienes de dónde vienen los que forjan los sueños a base de esperanza, tú que eres de esas personas que son necesarias, de la estirpe de los que militan en la base, los que aguantan los pilares de la utopía, los que con el empeño de la solidaridad ganan la batalla a los poderosos.".

Y luego leyó un poema de Celso Emilio Ferreiro, el de "Longa noite de pedra". Decía en su primera estrofa: "Soy nieto de pechero y campesino, / mi sangre no es azul, es sangre roja".

García tomó la palabra para descubrir la melomanía de su padre. Y lo hizo detallando su gusto musical en varios ejemplos determinados. Hizo sonar "Dame tira", en versión de "Nuberu" y pidió: "Si la sabéis, cantaila". Y la capilla de familiares, amigos y camaradas entonaron a coro: "Compañeru, dame tira". Descubrió también que el gusto musical de padre era heterogéneo. Hablo de "La Polla Records", por ejemplo. Y ahí hubo más sonrisas. De las tristes.

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