El mal estado del horno preocupa a la plantilla de Saint-Gobain: "Tira poco"

Convocada la asamblea de trabajadores para analizar la situación del GlassU nUn alto cargo de la multinacional visitará esta semana la factoría avilesina

Instalaciones de Saint-Gobain, desde el apeadero de Feve.  | R. S.

Instalaciones de Saint-Gobain, desde el apeadero de Feve. | R. S.

Saúl Fernández

Saúl Fernández

Avilés

En la multinacional Saint-Gobain, en Cristalería, la falta de claridad provoca "preocupación". Y esto es así, señalan los trabajadores consultados, porque los mensajes de la dirección que llegan a la plantilla disuenan de lo que ellos mismos ven delante de sus propios ojos cada día. Sucede así que existe en la fábrica de Avilés el runrún de que el departamento de ingeniería DTI –directamente desde Francia– trabaja en la redacción del proyecto de diseño de un nuevo "horno-float" para Avilés, que lo tiene que presentar antes de que llegue el verano y que, después, será cuando la dirección mundial de la compañía decida ponerlo en marcha, que es, al fin y al cabo, lo que todos desean: sin un "horno-float" en condiciones, el futuro de la fábrica se queda temblando.

Y todo esto sucede a la vez que se hace notar que la última reparación del "horno-float" actual –el artilugio se puso en marcha en el otoño de 2008, es decir, hace años que cumplió toda su vida útil– no está cubriendo las expectativas que se habían puesto en la intervención. Y es que el artilugio "tira poco", dicen los trabajadores consultados. Y lo hace, además, con vidrio de poca calidad. Esto está sucediendo desde octubre, es decir, desde que concluyó la restauración última, la de los cinco millones. Cabe recordad que en 2021 hubo un primer apaño en estas instalaciones.

Los trabajadores aseguran que "un día sí y otro también" ven con consternación que la calidad de las láminas que salen del "horno-float" reparado hace solo unos meses no es la esperada (ni por la empresa, ni por los trabajadores: estos saben que los malos resultados de la producción se ciernen sobre ellos). Y no lo es porque las láminas que salen de baja calidad terminan rotas, convertidas en deshecho –calcine– para reiniciar el proceso industrial de la planta de La Maruca.

Esta situación afecta, principalmente, a la plantilla que está destinada a la salida de la infraestructura más importante de la fábrica de Avilés, pero no sólo a ella. En frente del horno están las líneas de productos transformados: laminar y plateado. La que más afectada se siente es la primera de las dos. Lo hace por horas –frecuentemente–, pero también por días –en marzo pararon siete días ante la ausencia de materia prima que transformar, porque la que salía del "horno-float" no era la mejor de las posibles (en muchas ocasiones trabaja con materia prima procesada lejos d el la península)–.

Todo esto es lo que está sobre la mesa: esta semana se ha convocado la asamblea de trabajadores para analizar la situación de Glass, incluida una reorganización de los puestos de trabajo con que cuenta el único departamento productivo de las instalaciones avilesinas de la multinacional.

Y todo esto, además, en la misma semana en que está prevista –no anunciada oficialmente– la visita a la fábrica de Avilés del vicepresidente para el sur de Europa de la multinacional, Thierry Fournier. Esta visita se une a la que no hace mucho también tuvo Avilés como centro operativo: el jefe del área de Mediterráneo. Las dos visitas ejecutivas en una época como esta –en medio de la inquietud reinante ante la falta de claridad de la compañía a la hora de transmitir si da el sí al nuevo "horno-float" o, en cambio, se inclina por el rechaza– lo que han hecho ha sido agravar esa inquietud.

La preocupación por el presente de la fábrica también tiene eco en el proyecto varias veces anunciado en Cubillos de Sil, en El Bierzo. Allí una empresa planteó hace años la construcción de un "horno-float", aunque por el momento sigue pendiente de permisos oficiales. La inquietud de los trabajadores avilesinos está otra vez en la falta de información: si a pocos kilómetros de Avilés hay un "horno float", ¿lo habrá en el propio Avilés?

A todo esto se suma la comunicación a los representantes sindicales los trabajadores de la planta de Saint-Gobain Cristalería de Arbós –Tarragona– del inicio de las negociaciones para activar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). Está previsto que hoy mismo se conforme la mesa negociadora y que la compañía presente la documentación justificativa de la medida. El runrún que corre por la planta hermana de Avilés es el exceso de existencias (en Arbós se fabrican lunetas y laterales para coches, los parabrisas que se hacían en Avilés ahora se hacen en Kénitra, en Marruecos).

Se da la circunstancia de que todo esto sucede en el año en que la multinacional francesa transformó el laboratorio de La Maruca en un centro de innovación incluida en la red internacional: el primero de la decena que hay actualmente en Avilés.

El AR &DC son las siglas de Avilés Research & Development Centre) abrió en 1974, es decir, hace unos meses cumplió 51 años. Sus trabajadores desarrollan soluciones sostenibles, como el vidrio de baja huella de carbono Oraé, que reduce un 40% su impacto ambiental. La innovación es uno de los ejes principales del AR&DC. En los últimos años se trabaja en la integración de sistemas fotovoltaicos en vidrio para la construcción.

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