¿Cuándo llegará el bonito a las pescaderías de Asturias? Esto es lo que dicen desde el sector

Tras dos costeras atípicas, los patrones no se atreve a adelantar previsiones: "Es una lotería"

Primera subasta del Bonito en la rula de Avilés

Primera subasta del Bonito en la rula de Avilés / Miki López / LNE

Myriam Mancisidor

Myriam Mancisidor

Avilés

El barco bermeano "Goienkale" inició a finales de abril la carrera por los primeros bonitos del norte de la costera: tras una marea de 18 días –desde el puerto vizcaíno hasta las Azores hay casi mil millas náuticas–, el "Goienkale" cruzó el primero la línea de meta imaginaria trazada en Avilés, capital bonitera del país. Descargó 600 kilos en la primera subasta de la campaña, la más madrugadora de la historia. Pero el trofeo fue menor al esperado: la primera tina se vendió 120,2 euros el kilo, un precio muy inferior (un 65 por ciento menos) al obtenido en 2024.

En la "carrera del bonito" están ahora unas veinte embarcaciones –cada día se suman más– de distintos puertos del Cantábrico. La previsión es que Avilés reciba más boniteros la semana que viene. Pero, por el momento, el bonito "está lejos", en las Azores. Nadie, por ahora, se atreve a hacer pronóstico de cómo será la campaña de este año: "Es una lotería", manifiestan. Eso sí: en la Rula de Avilés prevén recibir esta costera recién estrenada barcos de tanqueo, que se caracterizan por usar para la faena carnada viva que transportan en unos tanques en los que es preciso renovar de forma constante el agua para mantener su oxigenación. "Esperamos que más barcos que se decidan a vender aquí", manifestó el responsable de la lonja, Ángel Muñoz.

La del bonito es una de las campañas más importantes para la flota asturiana. La costera de 2023, haciendo historia, comenzó con alboroto y alegría por capturas, pero todo cambió en julio y agosto: la actividad cayó a mínimos. El pescado se alejó de la costa y el tamaño medio de las capturas empezó a ser menor. Lo primero implica un mayor gasto de combustible de los barcos –con el consiguiente coste– y lo segundo, menor valoración comercial del pescado por los agentes comerciales. O sea, más gastos y menos ingresos.

Cuota

El año pasado la costera se calificó como "atípica". El primer bonito de la campaña se vendió en mayo, hacia el 20. La campaña siguió luego de forma irregular (con altibajos de capturas) hasta julio, cuando se alegró con importantes desembarcos de bonitos medianos, los que conocen como "recortados" y grandes, los más codiciados por su rendimiento cárnico. Solo ese mes se descargaron en la rula avilesina 625.570 kilos de bonito del norte. El ritmo se mantuvo en agosto, un mes durante el que se comercializaron en Avilés 469 toneladas de bonito en primera venta a un precio medio de 4,20 euros por kilo. En septiembre el bonito del norte se alejó y la flota plegó velas con la mitad de la cuota sin consumir.

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