Plan de choque en Saint-Gobain: estos son los planes de la empresa para el horno de Avilés

La multinacional busca los fallos de la infraestructura, que ha perdido un 20% de su rendimiento nLa empresa tranquiliza a los trabajadores: no habrá despidos

Salida de un camión de las instalaciones de Saint-Gobain en Avilés.  | MARA VILLAMUZA

Salida de un camión de las instalaciones de Saint-Gobain en Avilés. | MARA VILLAMUZA

Saúl Fernández

Saúl Fernández

Avilés

La mala situación en que se encuentra el "horno-float" que la multinacional Saint-Gobain Cristalería tiene en su fábrica de La Maruca fue objeto de análisis ayer por la tarde en una reunión. La conclusión de este encuentro, según ha podido saber este periódico, es que la multinacional mantiene su compromiso productivo con Avilés aunque confirman que el "corazón" de la fábrica no vive el momento que la dirección de la empresa tenía pensado para él. O sea, que "tira poco", como llevan advirtiendo los trabajadores desde hace meses.

El estado en que se encuentra el "horno-float" ha provocado la caída de su productividad, actualmente, un 20 por ciento (aunque esta cifra, en estos meses, ha sido más alta). La caída de la productividad del "horno float" tiene su afectación primera en las líneas de transformados. Son tres: capas, laminar y planos. Estas tres líneas se alimentan de lo que sale del horno. La empresa tranquilizó a los trabajadores diciendo que mantendrán su operación y que las caídas circunstanciales de materia prima se van a suplir con producto llegado de otras fábricas de la multinacional

En todo caso, un equipo de técnicos expertos de la multinacional se ha trasladado a La Maruca para diagnosticar cuáles son los problemas de la infraestructura y analizar soluciones.

En paralelo a lo que está sucediendo en el artilugio, un grupo de trabajo está preparando el proyecto de un nuevo horno. Los trabajadores aseguran desde hace tiempo que los apaños en la infraestructura no solucionan los problemas, que esa viene con la construcción de un nuevo horno. La empresa es partidaria de esta idea porque hace meses puso un grupo de expertos a trabajar en un horno: características, combustible, nave en que debe instalarse...

Este proyecto se lidera desde Avilés, pero el visto bueno tiene que llegar de la DTI de Francia: allí determinarán la factibilidad del proyecto que, de salir adelante, garantizaría por décadas el futuro fabril de Avilés tocado en su punto débil desde la primavera pasada, cuando la empresa ordenó el cierre del departamento de Sekurit, de donde salieron los parabrisas durante décadas.

La reunión de ayer por la tarde sirvió para que la empresa mostrara las cartas de futuro para un "horno float" que se instaló hace veintisiete años (la vida útil que tiene este tipo de máquinas, según fuentes consultadas, no supera los veinte) y que, desde entonces, ha tenido al menos dos grandes reparaciones: en 2021 y en 2024. La empresa había prometido años de vida para la infraestructura tras cada una las intervenciones. n

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