Estas son las zonas de Avilés donde solo podrán entrar coches "eco" (y se vigilarán con cámaras)

El Ayuntamiento estudia un sistema para detectar las plazas de aparcamiento vacías

"Queremos una ordenanza lo más sencilla posible", afirma Pelayo García

Bolardo en el centro de Avilés.

Bolardo en el centro de Avilés. / MARA VILLAMUZA

Avilés

Acceso restringido a vehículos con etiqueta "Cero"y "Eco", control por videovigilancia y sistema de rastreo de aparcamientos por IA. Estas son solo algunas de las características de la futura Zona de Bajas Emisiones (ZBE) que el Ayuntamiento planea poner en marcha en Avilés. El proyecto está en fase de consulta pública hasta el 11 de junio. Durante este periodo los vecinos tendrán a su disposición un cuestionario para hacer valoraciones y propuestas a este plan, obligatorio para todos los municipios españoles de más de 50.000 habitantes, con el que se pretende mitigar la contaminación y mejorar la movilidad.

En sustancia, la Zona de Bajas Emisiones no supondrá un gran cambio en la movilidad de la ciudad. Limitará al norte con Luz Casanova y avenida de Alemania; al este con la avenida de Los Telares, El Muelle, Ruiz Gómez y Llano Ponte; al sur con Cervantes y la avenida de Portugal; y al oeste con La Cámara, Cabruñana, Cervantes y Doctor Marañón. Por tanto, afectará al casco histórico ya peatonalizado –aquí las restricciones seguirán siendo las mismas– y se extenderá a algunas calles adyacentes, como las manzanas que se encuentran entre Cervantes, Rivero y la calle Libertad, incluida la calle Las Artes; las calles del Marqués y Eloy Fernández Caravera, que rodean el CIFP Avilés; la calle Plaza del Carbayedo, donde recientemente se hicieron obras de plataforma única; o el tramo de Marcos del Torniello hacia la iglesia de Sabugo, donde se instaló un bolardo que no llegó a ponerse en funcionamiento.

¿Y qué es lo que sucederá en estas calles? Fundamentalmente, que se limitará el acceso de vehículos. Según la propuesta que el Ayuntamiento sacó ayer a información pública, solo podrán acceder a estas vías aquellos vehículos que tengan etiqueta "0" y "Eco". También se posibilitará el paso, como no puede ser de otra manera, a buses, taxis y vehículos de emergencia. Los ciclistas también tendrá vía libre, así como los vehículos de carga y descarga, que tendrán franjas horarias restringidas para poder pasar. El planteamiento del Consistorio también incluye dejar libre el acceso a través de Emile Robin para acceder al parking de El Atrio, tal y como demandaban los comerciantes, especialmente los de la plaza de abastos.

¿Cómo se controlarán los accesos a estas zonas? Aquí la intención es apostar por la tecnología. La pretensión del Ayuntamiento es instalar un sistema de cámaras con reconocimiento de matrículas que escaneará a todos los vehículos que accedan a la ZBE. Además de en los accesos, la previsión es instalar dispositivos por toda la ZBE para seguir el itinerario de los vehículos, pudiendo sancionarlos en caso de incumplimiento de la norma. Este sistema sí llegará al tramo ya peatonalizado, y sustituirá a los polémicos bolardos. Eso sí, el gobierno local no se plantea por ahora su retirada, ya que se cree que pueden ser de utilidad para limitar el tráfico en momentos puntuales.

Las nuevas restricciones al tráfico implicarán también reducir la necesidad de plazas de estacionamiento. De momento está por definir qué es lo que se hará con ese espacio liberado. Podría emplearse para ampliar las redes peatonales o ciclistas; para crear nuevas zonas de estacionamiento; o para estacionamiento de vehículos. De hecho, este es uno de los aspectos sobre los que se pregunta en el cuestionario publicado por el Ayuntamiento para recabar la opinión de los vecinos.

Para el estacionamiento en la ZBE se quiere poner en marcha un sistema que permita conocer cuántas plazas libres hay en las calles. Para ello se baraja el uso de distintas tecnologías para detectar los estacionamientos libres y señalarlos para, luego, poner a disposición de los conductores esa información a través de paneles informativos o apps para el móvil.

La ZBE también conllevará la sensorización y monitorización del funcionamiento de la ZBE. Se instalarán sensores para analizar la calidad de ruido y la contaminación acústica en tiempo real.

Ahora, y antes de que se desarrolle la normativa que regirá la ZBE, el Ayuntamiento ha puesto a disposición de los vecinos un cuestionario sobre el plan, en el que se pregunta por las dimensiones de la ZBE, la idoneidad de los bolardos, las restricciones o qué hace con el espacio que quedará libre al suprimir zonas de estacionamiento. Puede presentarse de manera online y el gobierno local también mantendrá reuniones el grupo de movilidad de los consejos de participación de zona y como con el resto de grupos municipales. "Lo que queremos es que la futura ordenanza que rija la ZBE sea lo más sencilla posible", señala el concejal de Movilidad, Pelayo García.

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