Piedras Blancas brinda a sus mayores el mayor homenaje por San Isidro

"Es uno de los días del año que más prestan, hay un gran ambiente", señalan los vecinos en una jornada soleada que propició mayor afluencia

Marián Carbajal, Manuel Fernández, María Esther Pérez y Eloy Alonso. | C. G.

Marián Carbajal, Manuel Fernández, María Esther Pérez y Eloy Alonso. | C. G.

Noé Menéndez / christian García

Piedras Blancas

Piedras Blancas vivió este domingo uno de sus días más importantes del año. Caballos, gaitas y un espectacular ambiente daban buena fe de ello. Se vivió por todo lo alto el último día de las fiestas de San Isidro en un día para hacer gala de la asturiana, con cientos de niños con sus trajes tradicionales. "Es uno de los días del año que más prestan, hay un gran ambiente", señalaba Nacho Suárez que, junto a sus amigos, poblaban unas de las carrozas que llenaron de color la villa. "He venido junto a mis abuelos, que son los que me han vestido de asturiano. El traje me lo ha hecho mi abuela, que tiene mucha mano", apuntaba Nico Martínez, uno de los niños que se moría de ganas por participar en el desfile.

Recinto de la feria de San Isidro durante los premios «Güelo» y «Güela». | C. G.

Recinto de la feria de San Isidro durante los premios «Güelo» y «Güela». | C. G.

"Vengo todos los años, es una tradición que tenemos en casa. Me presta venir con mis abuelos, son los que más disfrutan de estos días. Para ellos es algo especial", señalaba el castrillonense. Observando todo lo que pasaba estaba Agustín Montes. El de Pillarno, con sombrero "porque este sol de mayo es muy traicionero", llegó a primera hora "para tomar el vermú con calma y ver el desfile". "Me encanta ver estas cosas, al final y al cabo me recuerdan a mis tiempos mozos. Da gusto ver como se lo curran", apuntó el castrillonense, que prestaba especial atención al carro con el caballo. "Hace mucho tuve uno igual, pero ahora esas cosas han pasado a la historia. Es una pena", comentaba.

Otro de los que más pendientes estaban eran Manuel González y Sara Riesgo. Su hijo, Lucas, es uno de los niños que se desgañitaba para rociar Piedras Blancas de caramelos y claro, había que estar pendiente del pequeño. "No sabemos por qué, pero nos insistió mucho en venir. Hemos tenido que conseguir un traje de asturiano a la carrera. Por lo menos estamos viendo que se lo está pasando en grande", coincidía la pareja. "Esto es algo muy especial, se genera un ambiente chulo", subrayaron. Pero ayer no solo hubo desfile.

Dos de los grupos de participantes en desfile de carrozas. | MARA VILLAMUZA

Dos de los grupos de participantes en desfile de carrozas. | MARA VILLAMUZA

La jornada festiva en Piedras Blancas continuó durante la tarde con uno de los momentos más especiales: los premios "Güelo" y "Güela" para Manuel Fernández y María Esther Pérez y que fueron entregados por el alcalde de Castrillón, Eloy Alonso, y la concejala de Festejos, Marian Carbajal. Sobre Pérez, vecina de Salinas, Carbajal detalló que nació en 1924 en Viella (Siero), desde donde se trasladó a Salinas en mayo de 1967 junto a su marido, Félix Viesca y sus dos hijos. "Presumida, no falta a su cita con la peluquería todas las semanas", abundó la concejala. Por su parte, Manuel Fernández, nacido en Valcabo (Cangas del Narcea) en 1929, se dedicó desde los 15 años a la carpintería y comenzó a trabajar construyendo casas en las aldeas de la comarca. Casado con la tinetense Josefina Muñiz y padre de dos hijos, se trasladó a Piedras Blancas en 1954. Ayer ambos vivieron una jornada muy feliz.

Una pequeña vestida de aldeana, ayer, en las fiestas de San Isidro en Piedras Blancas | MARA VILLAMUZA

Una pequeña vestida de aldeana, ayer, en las fiestas de San Isidro en Piedras Blancas | MARA VILLAMUZA

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