Desde las 6 de la mañana estuvo Jaime Roselló haciendo cola para conseguir un sitio en los autobuses que bajan a Majadahonda, para el encuentro de ida de la final por el ascenso del Avilés. Tuvo que cambiar el turno de trabajo para poder estar, pero todo vale la pena para poder apoyar a su equipo. "La ilusión es máxima", reconoce el blanquiazul, el primero de una multitudinaria cola para poder estar presente en el Cerro del Espino. Los aficionados del Avilés no se quieren perder la cita. Prueba de ello es que en poco más de una hora se agotaron las cerca de 110 plazas gratuitas.
EN IMÁGENES: Locura blanquiazul para acompañar al Avilés en Majadahonda
Luisma Murias
Desde las 6 de la mañana estuvo Jaime Roselló haciendo cola para conseguir un sitio en los autobuses que bajan a Majadahonda, para el encuentro de ida de la final por el ascenso del Avilés. Tuvo que cambiar el turno de trabajo para poder estar, pero todo vale la pena para poder apoyar a su equipo. "La ilusión es máxima", reconoce el blanquiazul, el primero de una multitudinaria cola para poder estar presente en el Cerro del Espino. Los aficionados del Avilés no se quieren perder la cita. Prueba de ello es que en poco más de una hora se agotaron las cerca de 110 plazas gratuitas.
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Luisma Murias
Desde las 6 de la mañana estuvo Jaime Roselló haciendo cola para conseguir un sitio en los autobuses que bajan a Majadahonda, para el encuentro de ida de la final por el ascenso del Avilés. Tuvo que cambiar el turno de trabajo para poder estar, pero todo vale la pena para poder apoyar a su equipo. "La ilusión es máxima", reconoce el blanquiazul, el primero de una multitudinaria cola para poder estar presente en el Cerro del Espino. Los aficionados del Avilés no se quieren perder la cita. Prueba de ello es que en poco más de una hora se agotaron las cerca de 110 plazas gratuitas.
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Luisma Murias
Desde las 6 de la mañana estuvo Jaime Roselló haciendo cola para conseguir un sitio en los autobuses que bajan a Majadahonda, para el encuentro de ida de la final por el ascenso del Avilés. Tuvo que cambiar el turno de trabajo para poder estar, pero todo vale la pena para poder apoyar a su equipo. "La ilusión es máxima", reconoce el blanquiazul, el primero de una multitudinaria cola para poder estar presente en el Cerro del Espino. Los aficionados del Avilés no se quieren perder la cita. Prueba de ello es que en poco más de una hora se agotaron las cerca de 110 plazas gratuitas.
EN IMÁGENES: Locura blanquiazul para acompañar al Avilés en Majadahonda
Luisma Murias
Desde las 6 de la mañana estuvo Jaime Roselló haciendo cola para conseguir un sitio en los autobuses que bajan a Majadahonda, para el encuentro de ida de la final por el ascenso del Avilés. Tuvo que cambiar el turno de trabajo para poder estar, pero todo vale la pena para poder apoyar a su equipo. "La ilusión es máxima", reconoce el blanquiazul, el primero de una multitudinaria cola para poder estar presente en el Cerro del Espino. Los aficionados del Avilés no se quieren perder la cita. Prueba de ello es que en poco más de una hora se agotaron las cerca de 110 plazas gratuitas.
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Luisma Murias
Desde las 6 de la mañana estuvo Jaime Roselló haciendo cola para conseguir un sitio en los autobuses que bajan a Majadahonda, para el encuentro de ida de la final por el ascenso del Avilés. Tuvo que cambiar el turno de trabajo para poder estar, pero todo vale la pena para poder apoyar a su equipo. "La ilusión es máxima", reconoce el blanquiazul, el primero de una multitudinaria cola para poder estar presente en el Cerro del Espino. Los aficionados del Avilés no se quieren perder la cita. Prueba de ello es que en poco más de una hora se agotaron las cerca de 110 plazas gratuitas.
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Luisma Murias
Desde las 6 de la mañana estuvo Jaime Roselló haciendo cola para conseguir un sitio en los autobuses que bajan a Majadahonda, para el encuentro de ida de la final por el ascenso del Avilés. Tuvo que cambiar el turno de trabajo para poder estar, pero todo vale la pena para poder apoyar a su equipo. "La ilusión es máxima", reconoce el blanquiazul, el primero de una multitudinaria cola para poder estar presente en el Cerro del Espino. Los aficionados del Avilés no se quieren perder la cita. Prueba de ello es que en poco más de una hora se agotaron las cerca de 110 plazas gratuitas.
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Luisma Murias
Desde las 6 de la mañana estuvo Jaime Roselló haciendo cola para conseguir un sitio en los autobuses que bajan a Majadahonda, para el encuentro de ida de la final por el ascenso del Avilés. Tuvo que cambiar el turno de trabajo para poder estar, pero todo vale la pena para poder apoyar a su equipo. "La ilusión es máxima", reconoce el blanquiazul, el primero de una multitudinaria cola para poder estar presente en el Cerro del Espino. Los aficionados del Avilés no se quieren perder la cita. Prueba de ello es que en poco más de una hora se agotaron las cerca de 110 plazas gratuitas.
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Luisma Murias
Desde las 6 de la mañana estuvo Jaime Roselló haciendo cola para conseguir un sitio en los autobuses que bajan a Majadahonda, para el encuentro de ida de la final por el ascenso del Avilés. Tuvo que cambiar el turno de trabajo para poder estar, pero todo vale la pena para poder apoyar a su equipo. "La ilusión es máxima", reconoce el blanquiazul, el primero de una multitudinaria cola para poder estar presente en el Cerro del Espino. Los aficionados del Avilés no se quieren perder la cita. Prueba de ello es que en poco más de una hora se agotaron las cerca de 110 plazas gratuitas.
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Luisma Murias
Desde las 6 de la mañana estuvo Jaime Roselló haciendo cola para conseguir un sitio en los autobuses que bajan a Majadahonda, para el encuentro de ida de la final por el ascenso del Avilés. Tuvo que cambiar el turno de trabajo para poder estar, pero todo vale la pena para poder apoyar a su equipo. "La ilusión es máxima", reconoce el blanquiazul, el primero de una multitudinaria cola para poder estar presente en el Cerro del Espino. Los aficionados del Avilés no se quieren perder la cita. Prueba de ello es que en poco más de una hora se agotaron las cerca de 110 plazas gratuitas.
Desde las 6 de la mañana estuvo Jaime Roselló haciendo cola para conseguir un sitio en los autobuses que bajan a Majadahonda, para el encuentro de ida de la final por el ascenso del Avilés. Tuvo que cambiar el turno de trabajo para poder estar, pero todo vale la pena para poder apoyar a su equipo. "La ilusión es máxima", reconoce el blanquiazul, el primero de una multitudinaria cola para poder estar presente en el Cerro del Espino. Los aficionados del Avilés no se quieren perder la cita. Prueba de ello es que en poco más de una hora se agotaron las cerca de 110 plazas gratuitas.