El cardenal Artime, sobre el nuevo Papa: "Cuando esté con él le haré saber que tenemos una preciosa tierrina y que la Santina le espera"

"Lo primero que digo cuando me preguntan por el Santo Padre es: dejémosle respirar", confirmó ayer el cardenal luanquín Ángel Fernández Artime antes de recibir el galardón de honor de la Cámara de Comercio de Avilés, pero acto seguido definió a León XIV como hombre de una "profunda devoción mariana" e interrogado acerca de una posible visita al Principado, como ya hiciera Juan Pablo II, expuso que es joven, "tiene una edad excelente para su ministerio". Por este motivo el cardenal Artime se lanzó a decir que "podríamos invitarlo al Principado, aunque no hay prometido nada", dijo entre risas. "Cuando esté con él le haré saber que tenemos una preciosa tierrina y que la Santina le espera", apostilló durante su intervención posterior.

EN IMÁGENES: Los premios de la Cámara de Comercio de Avilés con el cardenal Artime entre los galardonados

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El Comité Ejecutivo de la Cámara Oficial de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de Avilés acordó otorgar el Galardón de Honor "Carlos Larrañaga" por unanimidad al cardenal Ángel Fernández Artime, un reconocimiento que desde la Corporación se hace a todas las personas o instituciones que por su destacada trayectoria personal y profesional dan a la comarca y a la región reconocimiento y relevancia en todos los ámbitos más allá de las fronteras nacionales.  El Comité Ejecutivo de la Cámara ha considerado que como cardenal y como persona, es la mejor representación para la comarca y para el Principado de Asturias por su trayectoria en la iglesia y en la sociedad actualmente.

Antes de recibir el premio en el pabellón de La Magdalena, Ángel Fernández Artime también conversó con los periodistas sobre la película "Cónclave". "La película está muy bien ambientada, pero lo que yo viví no tiene nada que ver con las luchas de poder que narra ni con el desenalce", aseveró. Sobre su reciente experiencia en el proceso de elección del nuevo pontífice, recordó la "impresión de la belleza del juicio final. Como hombre de fe, es una experiencia preciosa por la trascendencia que supone elegir desde la fe y con honestidad humana. En el momento que eso se logra, todo avanzó rápidamente". El cardenal Artime confesó igualmente que vivió el proceso "con mucha paz".

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