El "tardeo", el nuevo paradigma festivo de Avilés: tiene su propia ruta y triunfa entre jóvenes (y no tanto)

"La gente lo demandaba", afirman los hosteleros, que contratan djs para amenizar la sobremesa

Sara Fernández, en el centro, junto a su grupo de amigas, en la plaza de abastos.  | MARIO CANTELI

Sara Fernández, en el centro, junto a su grupo de amigas, en la plaza de abastos. | MARIO CANTELI

Noé Menéndez

Noé Menéndez

Avilés

Desde hace semanas la hostelería de Avilés está viviendo un nuevo paradigma. La moda del "tardeo" se ha implantado en la tarde de los sábados en la ciudad, y ya hay hasta una ruta definida. Arranca en el Yanik, en la plaza de abastos, pasa por el Don Floro, en Galiana, y termina, ya cuando oscurece, en El Carbayedo. "La gente está encantada, es algo que se nos demandaba", coinciden los hosteleros por los que "pasa" esta nueva de esta nueva "caravana", algo que también confirman los propios clientes. El tardeo ya reina en Avilés.

Aunque ayer el buen tiempo hizo que bajase la afluencia respecto a otros sábados, el Yanik estaba igualmente a rebosar. "Hemos venido ya varias veces y siempre hay un gran ambiente. De normal casi ni se entra", coinciden Lucas Álvarez y Alba Pérez, que junto a Isaac Cuesta se toman una cerveza en una terraza de Hermanos Orbón. "Se genera un gran ambiente, coincide gente de todas las edades", apuntan los avilesinos, que cree que este cambio en los hábitos era algo que "hacía falta para dar más vida a la ciudad".

Dentro se tomaban una copa, aprovechando su día de descanso, Sara Fernández y sus amigas. "Tiene que aumentar la oferta de este tipo de ocio, que haya más reggaeton y menos indie", señala la avilesina, a la que le gustaría que este tipo de planes "se pudiesen alargar algo más, que sea de siete a doce". "Si fuese al aire libre ya sería genial, pero poco a poco", concluye.

Por la izquierda, Isaac Cuesta, Lucas Álvarez y Alba Pérez.

Por la izquierda, Isaac Cuesta, Lucas Álvarez y Alba Pérez.

Desde que el Yanik abrió sus puertas, en noviembre, han decidido apostar por esta alternativa, algo de lo que están recogiendo sus frutos. "Los sábados veíamos que, como clientes, había horas muertas hasta la hora de cenar. La gente que tiene hijos no es de salir de noche, y faltaba un sitio para aprovechar la tarde", comenta Pepo Martínez, uno de los dueños del negocio, donde ponen un dj por las tardes para amenizar a los clientes. "Aquí vienen desde chavales hasta matrimonios. La zona es muy propicia para familias. Como no pasan coches, los padres pueden dar un poco de libertad a sus hijos", subraya el hostelero.

Desde el Don Floro también festejan lo bien que funciona el tardeo en Avilés. "Desde que lo abrimos siempre tuvimos dj, para esa gente que sale de comer y le apetece tomar algo", comenta Miguel Villabrille, muy satisfecho con la acogida que está teniendo en las últimas fechas. Con la llegada del verano este tipo de planes sufren un cierto bajón, pero todo hace indicar que la apuesta seguirá para cuando el sol se vaya. El "tardeo" llega para quedarse.

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