Cedenilla, arquitecta: "El gasómetro impresiona de cerca"

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Irene Cedenilla.

Irene Cedenilla. / Mara Villamuza / LNE

Valliniello

La arquitecta Irene Cedenilla fue la ganadora del concurso de ideas para dotar de uso el gasómetro indultado de Avilés. La madrileña no había estado pisado nunca la ciudad, por lo que para su trabajo, en el que proponía reforma la instalación para convertirla en el segundo rocódromo más alto de Europa con un observatorio en la cima y un museo en la planta baja, había "recorrido" la zona únicamente a través de Google Maps. La semana pasada, coincidiendo con la inauguración de la exposición de los trabajos participantes en el certamen, por fin conoció la ciudad y el gasómetro. "Tiene unas dimensiones impresionantes; al estar debajote das cuenta de lo grande que es", reconocía a los pies del último vestigio de las baterías de coque en la ciudad.

Además, tal y como explica Cedenilla, la visita también le ha servido para reafirmarse en su proyecto. "Creo que encaja con la estructura y el potencia. Además, con la gente con la que pude hablar, parecía que recibió la idea de manera positiva", destaca la ganadora de un concurso que, eso sí, no es vinculante, por lo que el Ayuntamiento no tendrá la obligación de ejecutarlo.

Lo que también sacó en claro la arquitecta es que la zona del gasómetro está actualmente un tanto desconectada de la ciudad, "por lo que sería interesante plantear una intervención ambiciosa para conectarlo con el Niemeyer y de ahí con el resto de la ciudad".

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