Avilés y el Poder Judicial coinciden: las obras del nuevo palacio de justicia no pueden retrasarse tanto

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), Jesús Chamorro y la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, acordaron ayer trabajar conjuntamente entre ambas instituciones para lograr que se acorten los plazos respecto a la inauguración del futuro edificio judicial de Avilés que, según el plan de infraestructuras previsto, se había anunciado que no será antes de 2033.

"En Avilés necesitamos un edificio moderno, propio de una ciudad importante como ésta", ha declarado Chamorro en el contexto de una reunión institucional con la Alcaldesa. La regidora, por su parte, ha dicho que lo más importante es que el servicio de la justicia esté adaptado a las necesidades de los ciudadanos y de todos los operadores del sistema "y si se puede adelantar un poco del año 2033, fenomenal".

En el encuentro que mantuvieron este miércoles en el marco de las visitas que Chamorro viene realizando por las instituciones con motivo de su reelección en este segundo mandato como máximo responsable del TSJA, el presidente del alto tribunal también anunció a la regidora local que tiene previsto que se incorporen a los juzgados de Avilés cuatro jueces de refuerzo, procedentes de la escuela judicial, que comenzarían el próximo 1 de julio en este nuevo destino y podrían estar hasta enero o febrero del próximo año.

La última reforma en el interior de los juzgados de Avilés se inició a finales del año pasado con el objetivo de reagrupar departamentos como el servicio de orientación jurídica, el de atención a afectados por desahucios judiciales o el programa de intervención en drogodependencias. También se habilitaron dos circuitos de circulación independientes: uno para el público y otro para personal funcionario.

La anterior obra fue en 2022. Aquella remodelación afectó a tres plantas; en la primera se ganó espacio para los médicos forenses, una sala de espera, un archivo y dos salas polivalentes; en la segunda se situó un nuevo juzgado y la tercera planta fue distribuida para albergar diferentes despachos, destinados al psicólogo y el trabajador social del equipo psicosocial, además de una sala de espera.

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