Martínez Jambrina, psiquiatra: "Recuperar la dignidad de profesores o sanitarios debe ser socialmente prioritario"

"Hoy en día la capacidad destructiva de un porro no está muy alejada de la que tiene la cocaína"

Juanjo Martínez Jambrina, en el paseo marítimo de Salinas. | M.VILLAMUZA

Juanjo Martínez Jambrina, en el paseo marítimo de Salinas. | M.VILLAMUZA

Myriam Mancisidor

Myriam Mancisidor

Avilés

Juan José Martínez Jambrina es psiquiatra, director de Salud Mental en el área sanitaria avilesina y defensor del ETAC, que son las siglas que responden a Tratamiento Asertivo Comunitario, una fórmula de herencia americana de atención a pacientes que trata de integrar actuaciones diversas: farmacológicas, psicoterapéuticas, sociales, familiares, laborales... Este producto asistencial, conocido también como "Modelo Avilés", es, además, el germen de un congreso internacional que ya va por su 21.º edición y que se celebrará del 26 al 28 de este mes en el Hospital Universitario San Agustín.

Llevan al congreso el programa "Tranvía", de acompañamiento a adolescentes en su camino hacia la vida adulta y pionero en Avilés

El programa "Tranvía" o de Transición a la Vida Adulta, llamado TAVA en otras comunidades, pero es más hermoso un tranvía, es una de las apuestas que mantenemos en el área avilesina. El rendimiento del programa, que necesitamos que sea equipo cuanto antes para poder expresarse en todas sus posibilidades, es formidable y anima a seguir peleando. Hemos dado respuesta a una antigua aspiración: que los pacientes menores de edad con procesos graves tengan una atención intensiva, una accesibilidad prioritaria y un seguimiento y amplia valoración de sus necesidades en el medio domiciliario.

¿Y el balance?

Solo desde lo domiciliario podremos hacer intervenciones terapéuticas y, sobre todo, políticas preventivas. De los 15 a los 25 años hay muchas intervenciones que son muy rentables porque los aprendizajes se incorporan más fácilmente. Lo mismo sucede con la asistencia en la perinatalidad, momento privilegiado de intervención y que ya tenemos en marcha desde hace 4 años. Hay que salir del despacho. Eso no es un problema en nuestro caso. Pero la carencia de recursos humanos sí que es un problema limitante. Tampoco la dotación económica y logística es suficiente. Para ser línea prioritaria del Ministerio de Sanidad, los fondos asignados parecen insuficientes.

¿Le preocupa la salud mental de los adolescentes?

Claro que me preocupa. Pero aquí quiero seguir siendo tozudo con los valores y el desarrollo moral de Kohlberg, tan próximo al desarrollo cognitivo de Piaget. La revolución que puede resolver muchos conflictos entre padres e hijos debe venir de la adquisición/recuperación de valores en el medio familiar y escolar. La recuperación de la "dignitas" de los profesores y, en general, de todos los profesionales que trabajan en sectores como el educativo o el sanitario es un asunto de una relevancia social prioritaria. Y no se trata de que nuestros hijos piensen como nosotros y hagan lo que queramos nosotros o sus profesores. Se trata de formar ciudadanos que sepan defenderse en la incertidumbre, en los conflictos que surgen en el día a día, en superar las adversidades que forman parte importante de la vida.

Y a lidiar con la angustia...

La angustia, en jóvenes, adultos o ancianos casi siempre proviene de la incertidumbre. La angustia es opresiva, muy difícil de tolerar y para evitarla, solemos tomar decisiones siempre equivocadas. Hay que pensar lento, con la cabeza, y no de forma rápida, con las vísceras. Por eso hay que devolver el método deliberativo y la educación para la ciudadanía cuanto antes y en lugar prioritario al sistema educativo. O el futuro será muy cruel con los más jóvenes.

En Avilés existe un equipo de crisis enfocado a la prevención del suicidio. ¿Qué análisis realiza de este servicio?

Como en el caso del Tranvía es otro dispositivo que rinde beneficios importantes. Y también, en gran parte, con una importante responsabilidad derivada del compromiso de los profesionales que lo desarrollan y de quienes desde otros dispositivos se coordinan con ellos aportando intervenciones imprescindibles en muchos casos. Creo que de todos los pacientes con los que se ha intervenido desde el equipo ya superan los 650 casos, solo hemos tenido un fallecimiento. En más de cinco años, esto podría ser un resultados espectacular. Pero también nos señala que en la conducta suicida somos eficaces donde hay intentos previos o factores de riesgo llamativos. Pero en un 30% de los fallecidos por suicidio no nos constan contactos con el sistema sanitario.

¿Y si le pregunto por las tentativas de suicidio?

El número de suicidios consumados se incrementa en lo que va de año pero lo que sufre un aumento más importante son las tentativas autolíticas, los gestos, los parasuicidios, que muchas veces son llamadas de atención o intentos de reconducir contextos familiares o laborales en conflicto. Aquí los profesionales tenemos que abrir un periodo de reflexión porque la impresión es que no hacemos nada bueno dando una atención relevante e intensiva a quienes consideran nuestra asistencia como un medio para mejorar su estatus social o conyugal, por ejemplo. De todas formas, la repetición de esas tentativas de suicidio o amenazas públicas de quitarse la vida son respuestas muy poco adaptativas para quien las hace. Por no hablar de la distorsión de la asistencia sanitaria y de los altos costes que generan. La justicia es un valor básico de la bioética. Y no es justo retirar recursos a los más graves para dárselos a los que tienen capacidad para salir adelante con su esfuerzo. No se trata de plantear un dilema, la palabra que más daño causa en la asistencia médica. Pero entre dolor y sufrimiento hay una brecha importante. Tal vez sea ahora el mejor momento para leer a Viktor Frankl, tan citado en pandemia. Sabía mucho de este tema. Lo aprendió en Auschwitz.

Debatirán también en el congreso sobre el consumo de drogas. Recientemente distintos colectivos, como Amigos Contra la Droga, alertaban de que el consumo de algunas drogas se había normalizado. ¿Qué relación existe entre drogas-salud mental?

Es cierto. Hay normalizaciones y banalizaciones que nos siguen saliendo caras. No acabamos de enfrentar el problema de las adicciones, distinto de las dependencias, con políticas estables y eficaces. Es un drama nacional, una sangría patria. Detrás de muchas alteraciones conductuales existen solapados altos consumos de alcohol, cocaína o cannabis. El consumo de cannabis ha variado mucho porque la potencia de los metabolitos ha crecido mucho con las hibridaciones. Tal vez hoy día, la capacidad destructiva de un porro no esté lejana de la de la cocaína. Las adicciones y los trastornos mentales no van por separado.

Explíquese, por favor

En la neurobiología comparten trayectos comunes. Y un consumo de cannabis puede causar un episodio psicótico grave en gente muy joven. Y lo que es peor, impide su recuperación. También aumentan problemas derivados del juego patológico y otras adicciones comportamentales, tipo uso de redes sociales y demás. En las adicciones vuelve a reaparecer en el nivel terapéutico la importancia de la formación en valores. Y que los padres sepan y se atrevan a poner límites a los hijos menores de edad. Porque la inmadurez de los sistemas de control conductual puede verse destrozada para siempre de forma prematura. Una adicción es más grave cuanto más temprana sea la edad a la que comienza el consumo.

ETAC Avilés: ¿dónde estamos y hacia dónde evoluciona?

Pues como ya contamos el pasado año estamos muy de enhorabuena. Ya está la asociación mundial en marcha. Un servidor es miembro fundador del Board de GACTA (Global Assertive Community Treatment Association). Nuestro presidente, el psiquiatra canadiense John Maher probablemente estará en nuestro congreso vía Zoom, como el pasado año. GACTA facilitará la expansión del modelo en África, Asia y Oceanía. Pero también la revisión de los modelos que se aplican en países europeos y norteamericanos con los que hemos compartido muchos años de trabajo. Nosotros somos conscientes de que el TAC es una herramienta indispensable en un modelo asistencia psiquiátrica equilibrado y actualizado y que debe tener al menos 8 dispositivos diferentes que trabajen de forma coordinada.

Más demanda asistencial, ¿más profesionales?

Por supuesto, España tiene trabajando en dispositivos móviles un "pool" de profesionales de una capacitación muy alta. Tal vez sean con Canadá y el Reino Unido (que vuelve a reabrir los ETACs que cerró en 2009) los más cualificados. Es reseñable la admiración que generan en países que no han desarrollado estos abordajes. Esto no es frecuente y no podemos desaprovecharlo. Pero como sabemos por experiencias previas y porque nos lo demuestra la ciencia, o se financian los dispositivos eficaces de forma adecuada o no habremos avanzado nada.

¿Las partidas económicas son escasas?

Las partidas presupuestarias del Ministerio, recientemente publicadas, para reformar la asistencia a los más graves que incorporan estimables líneas de trabajo (aunque hablen de "atención domiciliaria") y para el Plan Nacional de Prevención del Suicidio (28 y 17 millones de euros, respectivamente) son claramente insuficientes. La pelota está en el alero de las comunidades autónomas. Pero sin una financiación adecuada y dirigida a intervenciones seguras y eficaces, seguiremos contando camas. Y hablamos de dispositivos que se financian solos, por así decirlo. Porque ahorran consumos de recursos muy caros. Hacer las cosas mal o como una faena de aliño, es fácil. Lo hace cualquiera. Hacer las cosas bien y a la primera es más costoso. Y supone complicarse la vida. Y quien opta por esta opción, por mancharse de barro, hay que reforzarlo, reconocerlo e incentivarlo.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents