Lluvia de quejas por el nuevo límite de velocidad en Trasona: "Seguro que ponen un radar"

"Es una medida con afán recaudatorio, qué más da pasar a 80 que a 100, se hace el mismo ruido", señalan los residentes en el concejo

La autopista «Y», a la altura de Trasona, antes de la nueva señalización y la instalación de los paneles antirruido. | MARA VILLAMUZA

La autopista «Y», a la altura de Trasona, antes de la nueva señalización y la instalación de los paneles antirruido. | MARA VILLAMUZA

Noé Menéndez

Noé Menéndez

Trasona

"¿A quién quieren engañar? No me creo que hayan bajado el límite de velocidad y que no hagan nada más. Estoy seguro de que van a poner un radar, para sacar el dinero a la gente", clama Carlota Sánchez, corverana que ayer hacía sus compras en ParqueAstur. En el concejo no se habla de otra cosa que no sea una medida que muchos consideran polémica. Y es que, tras culminarse las obras para la instalación de pantallas anti-ruido en la zona de Trasona, se puso en vigor una nueva norma en la zona: está prohibido circular a más de ochenta kilómetros por hora en un vial que, sobre el papel, es autopista. Esta medida, que desde la esfera tratan de justificarla con que sirve para reducir el sonido de los coches, ha recibido una lluvia de críticas, ya que muchos vecinos creen que "en realidad tiene afán recaudatorio".

"¿Qué diferencia hay entre pasar por ahí a 80 o a 100? Los coches suenan igual. No tiene sentido. Ya hay cámaras instaladas en esa zona, es cuestión de tiempo que las enciendan para cazar a la gente", señala Carlos Díaz, residente en Las Vegas y que, para ir a su puesto de trabajo en Oviedo, debe pasar todos los días por esa zona. "Ya tienes que ir muy atento para pasar a cien, porque es una carretera bien cuidada, que invita a ir a 120. No tiene sentido esta rebaja, en cuanto pongan un radar se van a llenar los bolsillos con la cantidad de multas que van a poner", asevera el corverano, que desea que "la persona que sea competente en ese ámbito dé marcha atrás, porque, en mi opinión, creo que es un error claro".

Carla Gómez y Nacho González, avilesinos, creen que la nueva limitación se va a hacer notar en estos meses de verano y que puede tener un efecto negativo en el turismo de la comarca. "Nosotros, que somos de la zona, nos acabaremos acostumbrando, pero la gente que venga de fuera no creo que se lo espere y, como pongan un radar, se lo van a comer. ¿Quién va a volver a un sitio donde le han puesto una multa?", sugiere la pareja de Avilés, que aseguran estar ya extremando la precaución a la hora de pasar por la zona "por si las moscas". "El radar va a ser cuestión de tiempo, así que vale más ir cogiendo la manía de pasar despacio por si acaso", apuntan los avilesinos.

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