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La nueva exposición del BBVA en el Centro Niemeyer de Avilés reúne 50 obras que exploran la luz y la espiritualidad

El centro cultural abre la exposición "Arte y espiritualidad. Inventar lo extraordinario", una muestra que combina creaciones del siglo XV con las del XXI

“Arte y Espiritualidad. Imaginar lo extraordinario en la Colección BBVA” llega al Centro Niemeyer tras su paso por Madrid y Bilbao

Mara Villamuza

Saúl Fernández

Saúl Fernández

El BBVA tiene 9.000 obras de arte. Las primeras, aclaró María Luisa Barrio, la encargada de patrimonio del banco que preside Carlos Torres, vienen de cuando se creó la multinacional y eso fue a mediados del siglo XIX. Cincuenta de ellas están, desde hoy mismo, reunidas en la cúpula del Niemeyer bajo el título genérico: “Arte y espiritualidad. Imaginar lo extraordinario”, una exposición que coordina Alfonso de la Torre -el mismo de “Dear Chirino”, la última muestra que acogió el complejo cultural de la ría, la que se despidió hace unas semanas- fue quien explicó la naturaleza de esta nueva muestra, que permanecerá en Avilés hasta el próximo primero de marzo: “No es un censo de estilos y movimientos, no es una revisión cronológica, ni tampoco es una tesis sobre la espiritualidad es algo mucho más sencillo: es una mirada sobre la colección del BBVA”. Y así se explica que bajo la misma semiesfera que imaginó el arquitecto Oscar Niemeyer convivan obras como una Resurrección de Luis Vélez -que fue coetáneo de Santa Teresa de Jesús- y “La isla de ninguna de parte”, del asturiano Hugo Fontela.

Una exposición como esta es un acto de riesgo, como tantos de los que acometemos todos los profesionales que tenemos que plantear estas cosas. Al final, la curaduría tiene un componente de salto al vacío cuando nos hacen una propuesta; en este caso, aún más”, explicó De la Torre para luego concretar que la muestra que ya está colgada en la semiesfera del Niemeyer “nace en un momento en que el BBVA tenía un encuentro en Bilbao que buscaba encontrar el bienestar del mundo a través de la danza, el yoga y el arte”. De tal forma que la exposición “trata de aportar una cierta luz, misteriosa, sobre cómo los artistas han pretendido siempre alcanzar algo que no es el ras de la tierra”.

Carlos Cuadros, el director general del Niemeyer, se encargó ayer de presentar para la prensa la nueva exposición. Lo hizo agradeciendo a sus patrocinadores -al banco- por “haber propuesto” al centro que dirige “permitir mostrar esta exposición”, una muestra que ya pasó por Bilbao, en el palacio de San Nicolás, en la capital vizcaína, y por el pabellón Villanueva del Jardín Botánico de Madrid (en ambas ocasiones, en 2022). En las tres sedes, medio centenar de obras correspondientes “a cuarenta autores” que cuenta con, sobre todo, pintura, pero también esculturas y video creaciones. “No estamos seguros del todo, pero en esta muestra se exhibe por primera vez en Asturias una creación de Bill Viola”, aseguró Cuadros. Se refiere a “Study for Emergence”, una obra que Alfonso de la Torre ha ubicado, precisamente, junto a la de Vélez: inicios del siglo XXI, contra el Barroco recién nacido.

En la presentación de la nueva muestra también participó Guadalupe Hernández, que es la directora territorial Noroeste del BBVA: “Muchas de estas obras estaban en las paredes de los edificios corporativos, de hecho, muchas de ellas, al verlas aquí las he identificado”, señaló. Explicó, a continuación: “El BBVA es una empresa multinacional que acompañamos al desarrollo de las economías en esa proyección al extranjero, pero está sumado, también, a esa presencia local en aquellos territorios donde nos encontramos”. De ahí, por ejemplo, la presencia de Fontela en la colección, pero también de Pablo Armesto. “Esta colección visualiza el acompañamiento cultural que practicamos

Así que todo este invierno, el Niemeyer propone un viaje “del principio al final, pasando por el jardín y los desiertos, que son los símbolos de la felicidad y del dolor”, apuntó De la Torre durante la explicación de su trabajo. “Esta muestra nace después del covid, cuando pensábamos que el mundo iba a cambiar y sentimos la necesidad de volver al interior”, añadió el comisario, un campo que sólo existe en la creación de los artistas. Hasta marzo, esto cobra forma en Avilés con la ayuda de Alfonso Albacete, Pablo Parazuelo, Teresa Salcedo, Salvador Victoria, Carmen Laffón y Esteban Vicente, unos pocos, solos, de los creadores de las 9.000 obras que protege el BBVA.

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