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El impacto de un sector en crisis: Windar decidirá en el verano de 2026 si ejecuta las obras en las antiguas naves de Alcoa

La compañía mejora las condiciones para los despidos de 25 trabajadores, pero mantiene el ERE

Las viejas naves de Alcoa.

Las viejas naves de Alcoa. / Mara Villamuza / Mara Villamuza

Marián Martínez

Marián Martínez

Avilés

Windar Renovables ya tiene la licencia de demolición parcial que le faltaba, la del Ayuntamiento de Avilés, para abordar la adaptación de las antiguas naves de Alcoa, en el Puerto de Avilés, a la fabricación de colosos para parques eólicos marinos. El plazo de ejecución será de siete meses. Será entonces, el próximo verano , cuando la compañía decida si acomete las grandes obras o las pospone. Todo dependerá de si remonta el mercado mundial de un sector en crisis.

El Ayuntamiento de Avilés concedió ayer a Windar New Structures SL (filial de Windar Renovables) licencia para realizar obras de demolición parcial de construcciones en la antigua fábrica de Alcoa. Es decir, de todo aquello que no sirva para el futuro proyecto de fabricación de torres y estructuras "offshore" y que se encuentran en el interior de las grandes naves de producción.

Así, se derribarán los hornos de fundición y reciclado, las cubas e instalaciones de electrolisis, que se encuentran en ejecución de medidas urgentes, los silos de almacenamiento y distribución de alúmina, la instalación de tratamiento de aguas industriales, instalaciones generales relacionadas con la seguridad industrial y los edificios de fabricación de pasta, de brea, las subestaciones 1 y 3 y los forjados y rampas de cubas para series 2 y 3.

Las infraestructuras que se mantendrán

Se mantendrán los viarios, edificios y accesos; las delimitaciones y cierre de la parcela; infraestructuras generales de energía y comunicaciones, además de las de abastecimiento y evacuación de aguas y las que ya existen para el control de las aguas, suelos y emisiones a la atmósfera, y el punto limpio para almacenamiento y clasificación de residuos de intemperie.

Se conservarán también los edificios donde se ubicaba la dirección y administración de la compañía, el de servicios del personal, y los de almacenamiento y nave de mantenimiento

El gran proyecto

Tras estas demoliciones parciales llegará el momento de presentar el gran proyecto para la adecuación de las naves. Y eso está todavía en el aire.

El Principado concedió a Windar el pasado mes de septiembre una ayuda de 27,1 millones de euros con cargo al Fondo de Transición Justa para la ejecución del proyecto.

La solicitud databa de 2024 y ya entonces se están realizando labores de desmantelamiento y limpieza en el interior de las instalaciones.

La previsión era que Windar empezase a fabricar en sus nuevas instalaciones para 2027, aunque la compañía ya había advertido entonces que estaba pendiente de la evolución del mercado.

Desde entonces las cosas han ido a peor en el sector y aunque la multinacional sigue adelante con los derribos, mantiene en stand-by la decisión final sobre cuándo hará la gran inversión.

El diputado nacional Rafael Cofiño con miembros del comité de empresa de Windar y responsables de IU de Avilés.

El diputado nacional Rafael Cofiño con miembros del comité de empresa de Windar y responsables de IU de Avilés. / Mara Villamuza / Mara Villamuza

Una negociación "in extremis"

La negociación «in extremis» entre la dirección de Windar y el comité de empresa de Windar Wind Services, de Gijón, no evitará el despido de 25 trabajadores.

O esa al menos era la conclusión a la que se llegó ayer tras una larga reunión en la que el único cambio fue una mejoría de las condiciones económicas ofrecidas por la compañía, una bolsa de trabajo a dos años vista (cuando se espera que haya carga de trabajo), y un plan de recolocaciones.

Una oferta que al comité de empresa le parece insuficiente y que someterá a la asamblea de los trabajadores afectados.

La plantilla aún confía en que la empresa acepte la invitación del Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (SASEC) para hoy, cuando finaliza el plazo de negociación. Se trata de una propuesta del consejero de Industria, Borja Sánchez que la compañía rechaza.

Tampoco ha servido que ayer el diputado nacional de Sumar, Rafael Cofiño, se reuniera en Avilés con el comité de empresa y se ofreciera a ponerse en contacto con la dirección de Windar y trasladar su caso a los ministerios de Industria y Trabajo.

Las posturas siguen enfrentadas. Mientras la compañía insiste en los despidos porque no hay carga de trabajo para recolocar a las 25 personas afectadas, éstas insisten en que la falta de proyectos responde a una situación coyuntural y, por tanto, que deberían negociar un expediente de regulación temporal de empleo, y no definitivo. 

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