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El temor se consuma: La crisis de proyectos en Windar ya se traslada a sus empresas auxiliares

La compañía reubica a su personal en puestos que antes ocupaban trabajadores de subcontratas, de los que se prescindió al aplicar el ERTE

Instalaciones de Windar en el Puerto de Avilés.

Instalaciones de Windar en el Puerto de Avilés. / Mara Villamuza / Mara Villamuza

Marián Martínez

Marián Martínez

Avilés

La crisis que sufren los fabricantes europeos de parques eólicos, y que en Avilés se personaliza en Windar, ya empieza a afectar al conjunto de empresas del sector. En el caso asturiano, la paralización y/o abandono de proyectos, algunos de ellos ya subastados, ha obligado a Windar Renovables a una reestructuración de su personal, a aplicar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que ahora afecta a más de medio centenar de trabajadores, y a aplicar 23 despidos. Y no solo eso, la falta de carga de trabajo ya se empieza a trasladar aguas abajo, a sus empresas auxiliares. Buena parte de ellas ya no tienen personal en las instalaciones avilesinas de la multinacional. Y va a más. También en el área de logística, en las instalaciones portuarias de la compañía.

Windar activó el pasado día 1 el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) negociado el pasado verano con los representantes de los trabajadores.

El ERTE y el ERE

Su impactó afectó en primera instancia a 34 trabajadores de las filiales asturianas Tadarsa Eólica, Dacero y Windar Offshore.

Una de las condiciones que figuraba en el acuerdo era que no se podía aplicar esta medida mientras hubiera personal de subcontratas realizando labores que pudieran ejecutar trabajadores de la propia multinacional. Así que la afectación a las auxiliares comenzó ya en ese momento

La activación del ERTE coincidió con el inicio de las negociaciones para el despido (ERE) de 27 trabajadores (ahora serán 23) de Windar Wind Services –sociedad ubicada en Gijón– que habían sido trasladados a Galicia en enero.

A todo ello se sumó una plan de reorganización interna, con recolocaciones de personal y de puestos que afectan tanto a las instalaciones de la compañía en Asturias como en Galicia.

Crisis del sector

La crisis que sufre Windar Renovables no es exclusiva. Una de sus competidoras, SIF Holding, cotiza en la Bolsa de Amsterdam y el precio de sus acciones han caído un 40% en el último año, como consecuencia de la pérdida de proyectos y con el consiguiente impacto en la compañía. Hay más. CS Wind, que cotiza en la bolsa de Corea, ha perdido en el último año el 24,5 %.

La competencia de China, que además de vender acero más barato e introduce producto transformado a través de Turquía, y la cruzada de Donald Trump contra la energía eólica marina están en el "top" de las causas de la crisis del sector.

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