Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

La exhumación de la fosa de La Lloba se prevé intensa: "Van a tener mucha tarea"

Los arqueólogos relevan a los historiadores en la trinchera castrillonense localizada en 2003 que suma 14 reclamaciones de familiares de víctimas

Vista parcial de la finca de la Lloba donde los historiadores tienen localizada una fosa común. | LNE

Vista parcial de la finca de la Lloba donde los historiadores tienen localizada una fosa común. | LNE

Saúl Fernández

Saúl Fernández

Piedras Blancas

La fosa de La Lloba, en el concejo de Castrillón, a un paso de Santiago del Monte, está localizada desde 2003, o sea, desde hace veintidós años. Ahora es cuando el Principado va a ordenar su exhumación: existen al menos 14 reclamaciones de familiares de víctimas represaliadas. Estas víctimas llegaron de la quinta de Pedregal, en Avilés, ciudad que cayó en manos de los sublevados el 21 de octubre de 1937.

Izquierda Unida (IU) de Castrillón mostró ayer su "profunda satisfacción por el anuncio realizado por el consejero de Ordenación de Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos, Ovidio Zapico, sobre el inminente inicio de los trabajos de exhumación de la fosa común de La Lloba, en el pueblo de Carcéu". Mañana mismo.

Se da la circunstancia de que la fosa de La Lloba estuvo a punto de desaparecer hace dos décadas coincidiendo con la construcción de la autovía –el tramo que va de Vegarrozadas a Soto del Barco– y, después, en un momento en que aquellos prados sonaban para alojar el albergue de animales de la comarca de Avilés (ahora los ojos están puestos en Candamo).

Localización

Los arqueólogos de la Universidad de Oviedo son los que se van a encargar de los trabajos de localización de las víctimas tras haber finalizado la labor de los historiadores que llevan años documentando la represión de la Guerra Civil en el partido judicial de Avilés.

"Van a tener mucha tarea", reconoció el historiador Pablo Martínez Corral que redactó uno de los informes historiográficos sobre el cementerio. Alejandro Martínez es autor de otro informe. "No va a ser una cosa rápida" .

Ejército republicano

La Lloba forma parte de la segunda línea de trincheras fortificadas que el Ejército Republicano había dispuesto en la orilla derecha del Nalón en el verano de 1937. La sospecha inicial era que por ahí iban a pasar los sublevados (lo hicieron por el oriente y por los puertos). La elección de La Lloba como trinchera fue estratégica: está en una zona elevada de tal modo que controlaba la carretera que pasaba cerca de ella. Eso, precisamente, fue uno de los motivos principales para que los sublevados la hubieran elegido para deshacerse de los cuerpos de los represaliados (acceso fácil, zona relativamente alejada y la necesidad de ocultar el lugar del crimen).

Los historiadores recogieron los testimonios orales y documentales. Ahora el siguiente paso lo tienen que dar los arqueólogos.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents