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Este es el pescado básico en la cesta de la compra que ha disparado su precio a niveles propios de la Navidad

La decisión de la UE de prohibir la pesca de la especie en 85 caladeros por razones ecológicas machaca otras áreas extractivas y mengua las capturas

Una merluza expuesta en el mostrador de una pescadería avilesina.

Una merluza expuesta en el mostrador de una pescadería avilesina. / Mara Villamuza

Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

Avilés

La merluza, un pescado básico en la cesta de la compra de las familias asturianas, se ha apuntado muy a su pesar al catálogo de productos típicos de la Navidad –turrón, polvorones y demás– que ya están a la venta en algunas tiendas pese a la lejanía de esas entrañables fechas. Concretamente, lo que la merluza ha "copiado" de la Navidad cuando aún no ha finalizado siquiera el mes de octubre es el precio; los 11,65 euros por kilo pagados de media este miércoles pasado en la rula de Avilés por la siempre apreciada merluza del pincho son un récord sin precedentes en esta fecha del año que podría competir perfectamente con las cotizaciones que se alcanzan en Navidad, cuando la Bolsa pesquera se pone al rojo vivo por el tirón del consumo.

E igual que pasa en Navidad, el producto premium se paga a precio de oro: las merluzas "grandes" –las de más de tres kilos– han cotizado en la rula avilesina a razón de 22 euros el kilo, a más de 60 euros la unidad.

La raíz del 'problema'

¿Qué explica esta insólita carestía de la merluza, un pescado de gran consumo y por lo general al alcance de todo tipo de bolsillos? El armador asturiano de barcos de palangre –"pincheros"– Alfredo Gutiérrez tiene la respuesta: la escasez de producto. El funcionamiento del mercado hace el resto: a menor oferta, encarecimiento de precio. Pura lógica comercial.

Claro que una pregunta lleva a otra: ¿por qué hay escasez de merluza si es un pescado tradicionalmente abundante en el Cantábrico y para el que, últimamente, la Unión Europea (UE) viene fijando generosas cuotas de captura? Nuevamente Gutiérrez tiene la clave: "Esto es debido a las leyes restrictivas de pesca y, muy concretamente, a la decisión que tomó la Comisión Europea de prohibir la pesca con palangre (anzuelos) en 87 áreas marinas para preservar los fondos marinos y a los organismos que viven en ellos, como corales y esponjas".

El controvertido veto al palangre y demás artes que actúen sobre el fondo marino se aprobó en 2o22 y su entrada en vigor no ha sido –como se temía– inocua para la flota. Uno de los informes que elaboró el Gobierno de España para tratar de revertir –sin éxito– la medida destaca que ya en 2023 se produjo una disminución de las descargas de merluza del 31 por ciento respecto al año anterior. Y en los años posteriores, más de lo mismo.

Nuevo escenario para la flota del Cantábrico

"Lo que ha ocurrido es que al impedirnos pescar en caladeros donde veníamos faenando desde tiempos inmemoriales, toda la flota cantábrica ha tenido que adaptarse al nuevo escenario: algunos barcos han cesado en la actividad, muchos han cambiado de arte dejando el palangre para pasar a la volanta y todos sin excepción hemos entrado en una fuerte competencia por el recurso machacando las zonas de pesca donde sí se nos autoriza a faenar. No había que ser muy listo para saber que esto iba a pasar: si arbitrariamente se limitan los espacios donde pescar, se ejerce más presión pesquera sobre el recurso en otras zonas y esto acaba por causar la mengua del mismo", explica Alfredo Gutiérrez, armador de tres barcos "pincheros".

El gerente de la rula de Avilés, Ángel Muñoz, ratifica el progresivo encarecimiento del precio de la merluza en la lonja por escasez de la misma: "Desde hace un mes y medio el fenómeno es más notorio, pero la merluza lleva tiempo dando señales en ese sentido. La disminución de capturas por el cierre de caladeros parece ser la razón de fondo".

La Rula de Avilés, sin crisis

La rula de Avilés, no obstante, no ha sufrido de forma apreciable la crisis de capturas –y en consecuencia, disminución de ventas– que sí se ha cebado con otros puertos. "La merluza, por sus características alimentarias y por su buena relación calidad-precio, es un producto que debería estar en todas las mesas. Es, como dice algún pescador, el ‘pollo de la mar’", defiende Muñoz.

La UE veta el anzuelo allí donde permite el arrastre

La "cabezonería" de la Unión Europea (UE) –así la han calificado los pescadores asturianos– en su cruzada ecológica para prohibir todo arte de pesca que pueda entrar en contacto con el fondo marino en 87 caladeros comunitarios ha deparado la paradoja de que en unas aguas donde ya no se podrá pescar con palangre (un arte de anzuelos, y por tanto altamente selectivo) está permitido el arrastre pelágico (que no el fondo).

El arrastre pelágico, practicado fundamentalmente por flotas centroeuropeas, es el que se realiza en aguas poco profundas (la red no toca el fondo del mar) y desde hace años está en la diana de las denuncias ecologistas por la devastación que causa en la fauna marina al tratarse de una técnica pesquera que no discrimina las capturas. Es decir, allá donde la UE toma medidas para proteger corales y esponjas que viven en el lecho marino consiente l a actividad de los barcos que "peinan" con sus redes las aguas superficiales en superficies kilométricas.

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