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La futura cocina para los centros escolares llegará a los 1.800 menús

El servicio atenderá también a las escuelinas, a Servicios Sociales y a personas mayores

El Pleno, ayer, con numeroso público en apoyo de Ana Solís.

El Pleno, ayer, con numeroso público en apoyo de Ana Solís. / Mario Canteli

Marián Martínez

Marián Martínez

Avilés

La cocina central que se construirá en el antiguo colegio de Valliniello podrá servir menús a todos los centros educativos de primaria, pero también a las escuelinas, a institutos, a Servicios Sociales y a personas mayores. Tanto es así que en una primera fase se podrán servir 1.500 menús, que llegarán a 1.800 en una segunda. Aunque el proyecto ambicioso permitiría poder llegar incluso a 6.000 u 8.000, aseguró ayer el concejal de Servicios Urbanos y Participación Ciudadana, Pelayo García, en respuesta a una interpelación del PP, que reclamó información sobre un proyecto del que, dijo, nada se sabe desde hace casi un año.

El edil socialista aseguró que el proyecto es tan ambicioso que abarca a distintas áreas y que se "busca una respuesta integral", de ahí la complejidad del proyecto. "Ahora tenemos 1,4 millones para arrancar con el proyecto y acompasar las licitaciones". Avanzó, además, que el futuro centro tendrá un espacio de aprendizaje y zonas para alimentos fríos, congelados y hasta de frutas.

El recibo del agua seguirá congelado por el voto de Podemos, PP y Vox

Podemos se ha sumado a PP y Vox y ha votado en contra de la subida del recibo del agua y del alcantarillado en Avilés para 2026. El equipo de gobierno bipartito, PSOE e IU, defendió un incremento del 2,7%, el IPC, alegando que se trata de «cumplir con el contrato» con la compañía que gestiona el servicio (Asturagua), pero pese a la insistencia de la oposición, no presentó datos del «agujero» que supone ese mismo contrato y que ya supuso aportar dos millones de euros. Eso sí, la concejala de Hacienda, Raquel Ruiz, afirmó durante el debate que «si no se aplica (la subida), el desequilibrio aún será mayor». El Pleno de las ordenanzas fiscales trató en un único debate la propuesta del gobierno de congelar impuestos y subir las tasas de aparcamiento (ORA y parkings municipales), agua, y alcantarillado. Pero se votaron por separado. PSOE e IU consiguieron el apoyo de Podemos para subir todas menos para el controvertido recibo del agua y el alcantarillado. David García, portavoz de Podemos, defendió su postura señalando que se admitieron sus propuestas de abonos deportivos para jóvenes y mayores, y que se amplíe al doble el tiempo para anular una multa de la ORA. Pero añadió que a su grupo le «avergüenza» la negativa a vincular las bonificaciones al SMI y que aumentaran para que pudieran optar a ellas las familias vulnerables. Eso «impide cerrar una acuerdo», explicó.

Ana Solís, ayer, en la bancada.

Ana Solís, ayer, en la bancada. / Mario Canteli

Los discursos fueron coincidentes en PP y Vox respecto del contrato del agua. Ambas portavoces, Esther Llamazares y Arancha Martínez Riola, respectivamente, se refirieron en varias ocasiones la revisión quinquenal que se tenía que haber realizado en 2024 y no se hizo, por lo que se desconoce la deuda con la compañía. Llamazares incluso advirtió de que repasará la normativa para saber si se puede «hacer comparecer al socio privado y a la compañía del agua» para que explique a cuánto asciende la deuda. Y cargó contra IU porque en el anterior mandato había sido contundente en contra de un contrato que ahora defiende «solo porque está en el gobierno». La concejala de Hacienda incidió en que la subida del IPC es «una cuestión y legal» porque así lo contempla el contrato, y que para la revisión aún se está en plazo porque la «medida de equilibrio» se realizó en 2020 y 2021 con entregas a cuenta. También remarcó que el PP había aprobado el contrato con Asturagua. El portavoz de IU, Agustín Medina, defendió la subida del recibo del agua porque en el acuerdo de gobierno se pactó con el PSOE subir el IPC pero no realizar más aportaciones económicas.

La reprobación del PP a la edil de IU Ana Solís, se le vuelve en contra

La reprobación impulsada por el PP a la concejala de IU Ana Solís acabó como estaba previsto: a favor de la edil con los votos de PSOE, IU y Podemos. Pero el debate fue poco edificante. Lo dijo la concejala de Podemos, Sara Retuerto: «Como en el Senado». Solís es la concejala de Vivienda, Consumo, Memoria Democrática y Normalización Llingüística. El PP impulsó su reprobación debido a las «descalificaciones y falta de respeto» en sus intervenciones de la edil de IU. Pero al final, fue la portavoz del PP, Esther Llamazares, la que acabó utilizando términos como «barriobajeros, ruin, e idiota» en su última intervención, sin aportar ni un solo ejemplo de los insultos o citas que hubiera podido utilizar Solís en alguna de las suyas a lo largo del mandato. Ana Solís advirtió: «No voy a perder ni un minuto de mi tiempo» en replicar a esas acusaciones. E inició un relato cargado de cifras con el que explicó su gestión al frente de las diferentes áreas de su responsabilidad. La portavoz de Vox, Arancha Martínez Riola, apoyó al PP porque, afirmó, Ana Solís, «desde que tomó posesión del acta (como concejala), no ha dejado de insultar y faltar», utilizando un lenguaje «faltón y sectario. En lugar de tender puentes los dinamita con malos modos y mala educación». Y añadió que la edil de IU «insulta y desprecia a quien no piensa como ella», y con «ataques personales». El portavoz de IU, Agustín Medina, defendió a su compañera de partido ante una «injusta reprobación» que está «firmada por una concejal con el colmillo retorcido», en referencia a la portavoz del PP. Según afirmó, PP y Vox «son incapaces de soportar a una persona de izquierdas que les dice las cosas a la cara», y lo que hay es «una caza de brujas» porque no se expuso «ni un solo ejemplo» de las malas formas o insultos de Solís. Y fue más allá, al recordar a Llamazares que había perdido el último congreso del PP y que cuatro ediles de su partido desconocían lo que se trataba ni lo que tenían que votar en una comisión. Ambos comentarios enfadaron más a Llamazares y provocaron que en su posterior intervención dijera que «ustedes son unos barriobajeros», y después utilizó palabras como «ruin» e «idiota». Sara Retuerto, de Podemos, le espetó a Llamazares que «iba a reprender y sale reprendida», y calificó la reprobación de «circo». El portavoz del PSOE, Manuel Campa, aseguró que al PP y a Vox «les molesta que gobernemos juntos, que haya política de vivienda», defendió la labor de Ana Solís y añadió que existe «una provocación constante» por parte de los partidos de la derecha «para manchar la imagen del gobierno» e «intentar desestabilizar».

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