Enrique Riesgo, director del programa Clínic Joven Emprenda: «La clave para emprender es asumir riesgo, tener remango, y eso no se aprende»

Enrique Riesgo, en La Curtidora | LUISMA MURIAS

Enrique Riesgo, en La Curtidora | LUISMA MURIAS

Marián Martínez

Marián Martínez

Versalles

Enrique Riesgo (Noreña, 1967) es entrenador de alto rendimiento de emprendedores y director del programa Clínic Joven Emprenda, que roza el 100% de éxito en la supervivencia de los proyectos innovadores que acepta incluir en su plan formativo.

-Entrenamientos de alto rendimiento se relaciona con el deporte.

-Porque reúne a los mejores deportistas de una disciplina con las mejores prácticas para dar ese salto cualitativo que les permite llegar y mantenerse en la élite. Por eso el Clínic Joven Emprenda selecciona de entre los 200 o 300 que se inscriben solo a 25, que interactuarán con 100 líderes de Asturias que son ejemplo en distintas facetas.

-¿De ahí el éxito de supervivencia de los negocios que salen de él?

-Digamos que es un concurso de supervivencia, o una carrera de resistencia. Porque emprender es la habilidad no solo de tener una idea y ponerla en marcha, sino de mantenerse y reinventar el negocio para aguantar cuando vienen mal dadas. Y por eso hay que entrenar esas competencias transversales. Se trata de que las 25 personas que iniciarán el curso en septiembre sean la versión 25.0 cuando acaben y sean capaces de multiplicar su capacidad de liderazgo.

-¿Cómo?

-Se trata de la combinación de tres elementos. El primero, entrenar 15 competencias transversales. El segundo, conocer el ecosistema de emprendimiento, la cantidad de ayudas y apoyos que existen, que son muchísimos; y el tercero, integrarse en la comunidad de apoyo, conocer a otras personas que se atreven a emprender. Son las tres «c»: competencias, conocimiento y comunidad.

-Los empresarios dicen que más que conocimientos necesitan personas con habilidades «blandas».

-Los conocimientos son un software libre. Está ahí, en internet hay muchos cursos gratuitos. La formación se da por hecho. La clave está en que la persona tenga entre sus valores la asunción del riesgo, el remango, que decimos en Asturias. Esa predisposición no se aprende.

-Se ha insistido durante mucho tiempo en que a Asturias le falta capacidad de emprendimiento porque siempre ha vivido de la empresa pública.

-Ese discurso es antiguo, caduco. Los jóvenes no saben qué era Ensidesa o Hunosa. Ahora la película es otra. La juventud puede elegir el camino que más le rente, como dicen en su lenguaje. Por eso hay que hacer del emprendimiento una opción sexy, atractiva… La juventud quiere utilizar la tecnología, ser productivos y eficientes, porque también exigen tener tiempo para el ocio. Es una mentalidad distinta a la de hace 25 años.

-El índice de supervivencia de las empresas que empiezan en La Curtidora supera con mucho la media nacional de cinco años…

-La travesía de la muerte ya no son cinco años, ni siquiera tres. Ahora ya es el primer año, porque estamos en el mundo «virca», el de la volatilidad y la inmediatez, con mucho ruido, muy complejo y cargado de ambigüedad, porque el mismo desencadenante puede provocar una cosa y la contraria. Y todo esto provoca un entorno líquido en el que para sobrevivir se necesita tener capacidad de gestionar la incertidumbre rápidamente.

-¿Esto explica que haya pocos emprendedores?

-Claro. ¿Está el ser humano preparado para vivir con esa incertidumbre? Son una minoría porque deben tener predisposición al riesgo, a la incertidumbre, a la capacidad de reinventarse y de innovar permanentemente. Hablamos de innovación incremental; el Clínic Emprende entrena las capacidades para actuar con inmediatez, para adquirir las competencias de madurez empresarial o de gestión que antes se alcanzaban con años de experiencia. Se trata de convertir a esos emprendedores en asturcones que se adapten con rapidez al entorno.

-¿Qué convierte a Avilés en ese ecosistema innovador que le hace destacar?

-Pues varias características que la distinguen. Porque tiene empresas tractoras potentes y con músculo financiero y paciencia para esperar los resultados de los proyectos por los que apuesta, y hay que aprovechar que las tenemos para impulsar la cultura emprendedora e innovadora. Además, existe una red público-administrativa que favorece el emprendimiento.

-¿Qué quiere decir?

-Está La Curtidora, con características diferenciales para apoyar proyectos empresariales; la Factoría Cultural, que se centra en la industria de la cultura, que es muy importante; y luego está Idonial, el centro tecnológico, que sirve de apoyo a toda la estructura industrial. Este triángulo es clave. Pero tenemos además la Formación Profesional, alineada con los intereses de la juventud en el sentido de que la prepara con rapidez (dos años) y con calidad en la formación, con conocimientos y con esas habilidades blandas que se necesitan.

-¿Diría que Avilés está en el top de ciudades innovadoras?

-La ciudad está, sin duda, en el top de la innovación desde el punto de vista cualitativo, teniendo en cuenta el tamaño de la ciudad y el número de habitantes. Hay ciudades con más músculo que no apuesta por la innovación co mo lo ha hecho y lo hace Avilés.

-Entonces, ¿cuál es la clave para ser seleccionado y entrar en el programa Clínic, ser «cliniquero»?

-De cada 10 ideas creativas , una es realmente innovadora y tiene mercado. Lo más importante es la actitud, tener hambre. Les damos las herramientas y luego se les acompaña. El éxito está en la selección .

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