La internacionalización, vital para Satec y Armón: "Es la única forma de escalar"

Alperi y Rodríguez-Ovejero apuntan a la atracción de talento como reto de futuro en la región: "Hay que aceptar la inmigración; nos ayuda y nosotros les ayudamos"

Luis Rodríguez-Ovejero, Manuel Hernández y Laudelino Alperi, durante el coloquio de ayer.

Luis Rodríguez-Ovejero, Manuel Hernández y Laudelino Alperi, durante el coloquio de ayer. / MIKI LÓPEZ

Avilés

"La internacionalización es clave para crecer. Aunque es muy duro, es la única forma de escalar". Laudelino Alperi Baragaño, consejero delegado de Astilleros Armón, y Luis Rodríguez-Ovejero, director adjunto e hijo del fundador de Satec, fueron ayer los protagonistas del octavo acto del programa "Asturias 2050. Una visión a largo plazo para la región", que organiza la Fundación José Barreiro. Una diálogo sobre "Los mercados internacionales y las empresas asturianas", que se celebró en el Espacio Maqua y estuvo moderado por el profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo Manuel Hernández Muñiz. En el coloquio ambos empresarios coincidieron igualmente en destacar la necesidad de importar talento del exterior ante la falta de trabajadores "por la preocupante situación demográfica de la región". "Al inmigrante hay que apoyarlo y ayudarlo, porque él nos va a ayudar a nosotros", apuntó Alperi, mientras Rodríguez-Ovejero pidió un plan para atraer talento digital al Principado: "Se debería montar un plan para traer a la gente a teletrabajar".

Durante sus intervenciones a lo largo del coloquio, Alperi y Rodríguez-Ovejero recordaron la trayectoria de sus respectivas empresas. El empresario de los astilleros repasó una hoja de ruta que comenzó en los años 80, cuando en plena crisis del sector "un grupo de jóvenes sin experiencia" lograron sacar a flote una empresa que tenía vías de agua por todos lados. "Fue a base de ponerle horas y entusiasmo", aseguró desde la perspectiva del que vio crecer una compañía que, por poner algunos de los ejemplos que citó, hoy factura unos 500 millones de euros anuales, cuenta con una plantilla que ronda los 2.000 trabajadores, es la firma número uno del mundo en la construcción de buques oceanográficos, tiene entre manos la fabricación de dos barcos de guerra para Suecia y uno para Irlanda y vende embarcaciones que hoy surcan todos los mares del mundo. "Tenemos que ir dónde podemos aprovechar nuestras habilidades. Resolvemos problemas que otros no son capaces de resolver", destacó el consejero delegado de una empresa que exporta el 90% de su producción.

Aunque con un inicio muy diferente, impulsando la supercomputación en los años 80 del pasado siglo, "lo que hizo que Satec pasase de 60 a 700 empleados en seis meses", el hoy de esta empresa "que hace 30 cosas diferentes a través de la digitalización", también está lejos de las fronteras de España. "El 60% de nuestros beneficios procede de fuera", explicó Rodríguez-Ovejero, que también puso el acento en la importancia de encontrar nuevos mercados, pese a su dificultad. "La cultura, los problemas administrativos, las burocracias, las divisas... Es muy duro pero, a cambio, el premio es muy grande", señaló, antes de destacar el potencial del producto español. "Somos muy buenos, pero nos falta tener la autoestima que tienen otros. Nos falta creérnoslo", aseguró la segunda generación de una empresa que, actualmente, presta servicios a empresas como Vodafone o el Real Madrid, por citar algunos.

Sobre los retos de futuro para ambas empresas, Alperi hizo una defensa de la industria regional. "Tiene que recuperar peso en el PIB", advirtió, al tiempo que pidió medidas proteccionistas a la Unión Europea. Otro asunto que preocupa en el astillero es la falta de profesionales cualificados. "A la Formación Profesional no se le dio el reconocimiento que merecía en su día, y nos vemos sin profesionales. Montamos en Vigo nuestro propio centro de FP para formar gente, que no es está yendo bien, pero ante la falta de nacimientos nos va a faltar personal. Y eso pasa por apoyar la emigración controlada", propuso el empresario, que también rompió una lanza en favor de "simplificar impuestos" y "reducir la burocracia": "Nos lleva mucho tiempo y eso tiene un coste y un esfuerzo extra".

Para ambas compañías también resulta de vital importancia asimilar a su producción los avances científico-tecnológicos. Y en este aspecto, uno de los temas que salió a la palestra fue la Inteligencia Artificial (IA). "La IA generativa es un buen copiloto. Tenemos a muchos programadores que la utilizan en su día a día, porque les permite ser más eficientes, pero no llega a resolver todos sus problemas. No sustituye su labor", afirmó de una tecnología que, por ejemplo, están empleando en un proyecto con Glencore, "para predecir cuándo se van a estropear las máquinas en Asturiana de Zinc".

¿Y cómo ven ambos empresarios a las Asturias de dentro de 25 años? "Asturias lo tiene todo para triunfar: servicios, infraestructuras, comunicaciones, talento... El problema es demográfico, por lo que hay que aceptar la inmigración", reincidió Alperi, en una radiografía casi idéntica a la que hizo Rodríguez-Ovejero. "Es un sitio que tiene todo para atraer talento digital y montar un plan para atraer a gente a teletrabajar. La gente sería feliz en Asturias", aseguró la segunda generación de una empresa que, como Armón, aspira a seguir creciendo en el territorio: "Las empresas familiares, a diferencia de otras, miran al largo plazo".

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