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Pandemia

Ocurrió ayer en Adeje, en la isla de Tenerife. Todo comenzó cuando un italiano entró en un establecimiento de hostelería. Como consecuencia de la diferencia de temperatura entre el exterior y la del local, que tenía en funcionamiento el aire acondicionado, al poco de entrar en el establecimiento el hombre estornudó. Todos los clientes que allí estaban se sorprendieron y miraron al sujeto que acababa de estornudar, hasta que uno de ellos reaccionó y se abalanzó hacia él con empujones y puñadas, mientras a grandes gritos le indicaba que se fuera.

La gran mayoría de la clientela y parte de la servidumbre secundó esta acción, en tanto que el dueño del establecimiento se embozó con una bayeta y llamó a la Policía, que acudió rápidamente impidiendo que el italiano fuera linchado ya fuera del local. La fuerza actuante avisó a una ambulancia y tomó nota de los nombres, las direcciones y los números de los documentos de identificación de todos los concurrentes, a quienes indicó que debían estar a disposición de las autoridades sanitarias. La ambulancia se llevó al italiano a un hospital en donde fue aislado en cuarentena y la policía clausuró el establecimiento.

Seguramente ninguno de ustedes, amigos lectores, habrá conocido esta noticia y puede que haya quien piense que es una fake news, que se dice ahora y que toda la vida se llamó una noticia falsa o, en la cosa más de andar por casa, una trola. Pero yo les aseguro que no, que el relato es cierto y verdadero, pero anticipado, de tal manera que podría llamarse una profecía que, a no mucho tardar y al paso que llevamos, ocurrirá en ese municipio tinerfeño, en Torremolinos, en Albacete, que caga y vete, o en Mansilla de las Mulas.

Con esto del llamado coronavirus estamos llegando a la perfección de la histeria colectiva. Ya verán cómo se queda chico el famoso programa de Orson Welles, que dramatizó la novela "La guerra de los mundos" en la emisora de radio de la CBS de Nueva York, el 30 de octubre de 1938, que aterrorizó a una audiencia millonaria, cuando comenzó diciendo:

"Señoras y señores, interrumpimos nuestro programa de baile para comunicarles una noticia de último minuto procedente de la agencia Intercontinental Radio. El profesor Farrel del Observatorio de Mount Jennings de Chicago reporta que se han observado en el planeta Marte algunas explosiones que se dirigen a la Tierra con enorme rapidez... Continuaremos informando".

Siguió la música y, de nuevo y al poco tiempo, continuó relatando: "damas y caballeros, tengo que anunciarles una grave noticia. Por increíble que parezca, tanto las observaciones científicas como la más palpable realidad nos obligan a creer que los extraños seres que han aterrizado esta noche en una zona rural de Jersey son la vanguardia de un ejército invasor procedente del planeta Marte..."

Parece que ahora con el asunto del coronavirus andan todas las emisoras de radio y televisión en intentar emular y superar aquella hazaña que hizo famoso a aquel que acabó siendo una leyenda del cine. Hasta las bolsas y la propia Organización Mundial de la Salud están en el rollo, que ya ha anunciado que esto es una pandemia. Y, naturalmente, el personal es crédulo y se lo traga todo, metiéndose en su casa, acumulando provisiones al buen tuntún y comprando mascarillas para embozarse, que no es mala caso si se es más feo que Picio.

¿No se acordarán que todos los años hay gripe por la que muere un montón de personal? Y, por lo que se ve, el coronavirus es una gripe de tercera división.

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