El día 25 de marzo, a primera hora de la mañana recibíamos la triste noticia de tu marcha. Tras conocer tu fallecimiento, después de varios minutos asimilándolo, mire el teléfono móvil y vi que era verdad. Después de hablar con varias personas sin apenas articular palabra, salí de casa y con cada persona que me encontraba sin decirnos nada, solo con la mirada llena de lágrimas ya valía para saber que te habías ido amigo.

Doce días antes había ido a verte a casa, a devolverte unas cosas que nos habías dejado en el Antroxu, después de casi dos horas de conversación nos despedimos con un fuerte abrazo que los dos sabíamos que era de despedida. En esa conversación me aconsejaste que hacer y que no en un futuro, pero sobretodo hablamos de recuerdos.

Hablamos de cuando nos conocimos gracias a mi abuelo Antón, el me llevaba de la mano a pagar la cuota al club y nos presentó, ahí estabas tú preparando una sardinada, te dijo que quería ser cocinero y sin pensarlo me cogiste en brazos y me sentaste a tu lao a ver como manejabas la plancha, ahí empezó todo.

Hablamos de todo lo que habíamos hecho en el Club, con la demás gente, que sin tener entre nosotros ningún parentesco, formábamos una gran familia de la que desgraciadamente ya quedamos pocos.

Pero sobre todo hablamos del Antroxu, una de mis grandes pasiones que me enseñaste a descubrir, vivir, querer y respetar. Hablábamos de cuando desde muy pequeño entre tú y Torio me llevabais de la mano por la avenida de Gijón caminando con la carretilla de turno hasta Avilés para ir al desfile. Tengo el honor de haberte sucedido en la Cofradía, pilar fundamental del Antroxu de Avilés.

Este último Antroxu, con pocas fuerzas, apareciste por sorpresa en la mitad del desfile controlando que todo estuviese bien, porque palabras textuales: "no vos puedo dejar solos que alguna me liaís". Puedes estar tranquilo, que tu Cofradía sigue y seguirá en pie.

Hoy toca darte el último adiós, no será el último, porque en los que te conocimos tu recuerdo siempre estará presente. Acuérdate de saludar a Ramón, Simón, Torío y a los demás, que conociéndoos seguro que algo ya estáis organizando. Muchas gracias por haberme dejado estar a tu lado, te voy a echar mucho de menos, un abrazo amigo.

(El funeral en memoria de José Ángel del Río se celebra hoy, a las 18 horas, en la iglesia de Llaranes)