La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Félix Martín

La columna del lector

Félix Martín

Del escandaloso sueldo del director del Niemeyer

La inauguración en 2010 del Centro Niemeyer no pudo tener más megalómanas pretensiones, a las que, habitualmente, estamos acostumbrados en Asturias. El caso era (sigue siendo), como en la época de los faraones, construir obras gigantescas que se vean a varias leguas de distancia. En España no había, al parecer, un arquitecto moderno que dejara su impronta en Avilés; el equipo de Óscar Niemeyer molaba mucho más, y el futuro de la comarca avilesina, quebrada desde la crisis de la década de 1980, iba a desaparecer en las manos del gran gestor cultural Natalio Grueso. Y de pronto, efectivamente, este elemento gestionó muy bien, pero solo para sí y toda su familia, robando a manos llenas y haciendo añicos las aspiraciones del centro avilesino.

El Gobierno de Álvarez-Cascos quiso salir al encuentro de tales desmanes, y Avilés salió a la calle en demanda de aquel supuesto agravio casquista. Al poco tiempo Natalio Grueso, que no tenía bastante con los casi 70.000 euros anuales de sueldo, fue condenado a ocho años de cárcel. Otra vez volver a empezar. Pues nada, que ahora el nuevo gestor cultural del centro, el jienense Carlos Cuadros Soto, con todo y preverse una merma de ingresos del 63%, cobrará más de 95.000 euros de sueldo. Es decir, muy por encima del que ingresa el presidente del Gobierno del Principado, el señor Barbón. Es el mundo al revés, es un agravio comparativo nauseabundo, y es, además, un despilfarro que Asturias no puede permitirse.

Y lo vomitivo de este asunto es que la Administración política del Principado ve en estos desmanes la fórmula ideal para justificar los suyos propios, para subidas de sueldo encubiertas, para vivir sin trabajar y permanecer confinados en sus casas sin saber lo que es un ERTE, un mes de paro o la cola del Inem. Las puertas giratorias, siempre engrasadas, y más que engrasadas. Por si teníamos poco con las soldadas multimillonarias de tales políticos asturianos, una legislatura tras otra manteniendo a nuestra región en los peores registros económicos, sociales, demográficos, etcétera, ahora, desmadres como el que trato de describir en Avilés.

¿Acaso el nuevo gestor cultural del Niemeyer va a ser capaz de abrir la cartelera cultural avilesina 24 horas al día, 365 al año? ¿Tal es la valía de este personaje como para justificar este desmadre y sacar a Avilés de la sima en la que se encuentra? ¿No habíamos quedado en que después de haber salido al balcón para aplaudir a nuestros sanitarios íbamos a salir todos más reforzados? ¿O tal vez el refuerzo era solo para los políticos y gestores culturales? ¿Es con soldadas del erario, como esta, que vamos a sacar a Asturias de la tragedia económica en la que se encuentra, tras 40 años de desgobierno socialista? ¿Qué les decimos a los trabajadores autónomos ahogados, como siempre, a los hosteleros y comerciantes confinados por imperativo legal? ¿Qué les decimos a los 120.000 asturianos en paro, a los que hacen cola en Cáritas, a los que se encierran en las iglesias católicas (en las mezquitas no tienen bemoles) o a los que abarrotan los comedores sociales? ¿Qué le decimos a la nueva generación de asturianos por el mundo, con estudios universitarios, másteres e idiomas, a los que supuestamente el Gobierno del señor Barbón, como el de Javier Fernández, o el defraudador Tini Areces, iba a recuperar del exilio? ¿Les volvemos a decir que otra vez de esta saldremos reforzados? Seguramente nos escupirán a la cara. Por si acaso, que se lo diga don Adrián Barbón.

Compartir el artículo

stats