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Francisco Sánchez

Vita brevis

Francisco Sánchez

Ramadán

Sobre la celebración musulmana en este año marcado por la pandemia

Andamos más o menos hacia la mitad del mes de Ramadán, que es esa especie de cuaresma a lo bruto, que celebran los musulmanes y en el que no pueden comer, beber, fumar, perfumarse ni tener relaciones sexuales desde que sale el sol hasta que se pone. Por la noche sí pueden y es costumbre celebrar copiosas y alegres cenas, además de largas y multitudinarias oraciones en las mezquitas, durante las que se salmodia la totalidad del Corán.

A la mayoría del personal estas cosas les suenan como curiosidades propias de países más o menos lejanos y exóticos, aunque algunos de ellos estén a la vuelta de la esquina, como quien dice, porque Marruecos se ve desde la costa andaluza a simple vista y sin necesidad de prismáticos, catalejos o impertinentes. Aquí todo eso es extraño desde que don Pelayo echó a los moros a pedradas en Covadonga, con la inestimable ayuda de la Santina, que ye piquiñina y galana. Luego más abajo, en la batalla de Clavijo, Santiago y cierra España se hartó de matar moros. Pero la cosa no acabó hasta siglos después, cuando los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, tanto monta, monta tanto, consiguieron la rendición del último rey de Granada, Boabdil -¡Ay de mi Alama!-, al que, según la leyenda, su madre ya le dijo: “Llora como una mujer lo que no has sabido defender como un hombre”. Se ve que no era feminista.

Existe la idea que con la toma de Granada se acabó con la morería en España. Pero lo cierto es que siguieron viviendo un gran número de musulmanes dentro de sus fronteras, hasta el punto de que en algunos lugares era la población mayoritaria. Así pasó en las Alpujarras, hasta que se sublevaron sus habitantes encabezados por Aben Humeya, aunque acabaron derrotados, gracias a algún suceso de faldas en parte. Tras esa derrota fueron desterrados todos los moriscos de las Alpujarras, esparciéndolos por toda la península, y repoblando aquellos pueblos riscosos con gentes del Norte, como lo acreditan sin duda alguna los nombres rebautizados hasta ahora como Pampaneira, Capileira, Lanjarón o Trevélez, que tanto nos suenan por el agua y el jamón, que es otra prueba irrefutable del origen cristiano viejo de sus pobladores desde entonces, porque los sarracenos tienen prohibido comer cerdo en Ramadán y en el resto del año. Así que los alpujarreños que vinieron cuando los coreanos a Avilés no son descendientes de moriscos, sino que retornaron a sus antiguas tierras de origen.

Hubo moriscos por aquí hasta los años 1609 y 1610, en que se dictaron las órdenes de expulsión de los diversos reinos de España, llenándose de andalusíes Estambul, Argelia, Túnez y, sobre todo, Marruecos, que en la intrincada Fez hay una mezquita con su nombre, y en Rabat y su vecina Salé fundaron una república de piratas los aguerridos extremeños de Hornachos. Pocos quedaron, como el morisco Ricote, personaje de El Quijote que, volviendo de Alemania, decía: “Doquiera que estamos lloramos España, que en fin nacimos en ella y es nuestra patria natural.”

Después de tantos aconteceres históricos el Ramadán ha vuelto a celebrarse en España, aunque los medios de comunicación no se hagan eco de ello, pues ahora sólo están ocupados de la mierda del bicho chino y sus vacunas y de las elecciones en Madrid. Y deberían hacerlo, porque hay como dos millones y pico de musulmanes en nuestro país, de los cuales casi la mitad son españoles, una cuarta parte marroquíes y el resto de otros lugares, como Senegal, lugar donde está muy extendida la hermandad muridí que fundó Ahmadú Bamba, con sus rítmicas ceremonias acompañadas de tambores y tantanes.

Este año el Ramadán está descafeinado, como lo fue la Semana Santa y las fiestas de El Bollo de Avilés, por acabar con el morciguillo. Las autoridades religiosas sarracenas, como las católicas, se han plegado a las prohibiciones y han recomendado no celebrar los rezos multitudinarios en las mezquitas. Tengo yo una duda teológica islámica que les traslado: ¿Puede un musulmán vacunarse durante el día en Ramadán?

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